El Rey Juan Carlos I navega por primera vez con el nuevo 'Bribón' en Sanxenxo

El Rey Juan Carlos I ha estrenado este sábado en aguas de Sanxenxo (Pontevedra) el nuevo 'Bribón', una embarcación clásica de la legendaria clase 6MI de 11 metros adquirida por su armador José Cusí el pasado mes en Finlandia.Don Juan Carlos ha navegado con el nuevo barco siete años después de haber navegado con el anterior 'Bribón'. Además, lo ha hecho junto a su gemelo, el 'Acacia', por primera vez ochenta y seis años después de que lo hicieran juntos. Con el 'Acacia' Don Juan Carlos ganó el pasado mes de septiembre la regata que lleva su nombre.
El 'Bribon' y el 'Acacia" ya estaban en los pantalanes del puerto de Sanxenxo desde el pasado martes, Don Juan Carlos ha llegado poco antes del mediodía al Real Club Náutico. Allí le esperaban sus compañeros de tripulación Pedro Campos, Alberto Viejo, Roi Álvarez y Luis Saenz, entre otros.
En nombre original de la barco era 'Ian y es una embarcación clásica de la clase 6mI, diseñado por el legendario Gustaf Estlander y construido en los astilleros Arendals de Gotemburgo (Suecia). Botado en 1929, tiene una eslora de 11,36 metros, una manga de 7,06 metros y un calado de 1,95 metros. Su casco es de caoba y su cubierta de cedro amarillo.
'Ian' fue el último 6mI que Estlander construyó para él mismo. Ganó la mítica Copa de Oro en 1930 y durante años uno de los barcos de su clase de más éxito en Suecia.
Fue completamente restaurado a sus especificaciones originales durante 2006 y 2007. por deseo de su último propietario, el empresario finés Michael Cedercreutz (propietario desde 2001 hasta su venta al Rey Juan Carlos).
Cedercreutz no navegaba con él desde hace tres años y lo puso a la venta por motivos personales y los hizo realmente emocionado y orgulloso porque: " Va a estar con una persona como el Rey Juan Carlos que ama la vela y reconoce lo que representa un barco así para un regatista".
La clase 6MI (llamada así por la fórmula que su utilizaba para su construcción) fue dominadora de las competiciones entre los años 20 y 40. También fue clase olímpica hasta los Juegos Olímpicos de Helsinki de 1952. Sólo existen unas 500 unidades en todo el mundo, de las cuales alrededor de un centenar aún son competitivas o se han mantenido respetando los originales.
Mauricio Sánchez-Bella es el armador del 'Acacia', barco gemelo del nuevo 'Bribon' en el que el Rey Don Juan Carlos compitió en Sanxenxo el pasado mes de septiembre después de siete años apartado de la competición.
Él fue junto a José Cusí y Pedro Campos una de las personas que viajó con el monarca a Finlandia y explica por qué el 'Ian' fue el barco elegido. "Se buscó un barco lo más parecido posible al 'Acacia', y tanto el mío como el nuevo 'Bribon' son del mismo diseñador, construidos en el mismo año y astillero", ha revelado.
"Es una joya. Completamente barnizado, bien mantenido y reconstruido con la máxima fidelidad, con un aparejo de velas y maniobra moderno y competitivo al máximo. La reacción de todos al verlo fue muy positiva. Lo tenían impecable y dentro de este tipo de barcos, que no hay muchos a la venta, era una opción muy atractiva", comenta el propietario del 'Acacia'.
La historia del 'Acacia' va ligada a la vela española.Una familia de Bilbao muy vinculada a la náutica durante generaciones decidió tener unos de esos barcos y Luis de Allende le encargó el 'Acacia' y Estlander hizo los planos de ambos con la idea de quedarse con el 'Ian', pero al año siguiente falleció, por lo que nunca llegó a navegarlo.
El barco llegó a los Astilleros Lago de Vigo y se empezó la restauración de Ñaco Eraso que lo trasladó desde Bilbao. Pr motivos familiares la misma pasó a Mauricio Sánchez-Bella y Alicia Freire, otros apasionados del mar, que encargaron de ella.
El componente emocional es probablemente uno de los factores que más diferencia a los barcos clásicos del resto. Y aquí siguen los paralelismos entre barcos gemelos: "La familia Cuyàs fue la armadora del 'Acacia' durante más años. Creía que éste se había hundido pero se enteraron por internet que lo habíamos reconstruido. Nos llamaron por teléfono y vinieron a Vigo a verlo porque era el barco con el que habían navegado de niños con su padre. Estaban muy emocionados", ha concluido Sánchez-Bella.