Iván Romero, Jugador Hyundai del Levante - Dépor

El Levante se asienta en la zona alta de la tabla tras doblegar al Dépor en un partido brillante del cuadro granota. Iván Romero se encargó de doblegar al cuadro herculino gracias a un doblete que le hace merecedor al premio a Jugador Hyundai del partido.

El Levante, con un doblete de Iván Romero en la primera media hora de juego, se quitó de encima sus malas vibraciones con una victoria (2-1) ante el Deportivo de La Coruña, que marcó en el minuto 88 para darle emoción al partido al final tras haber ofrecido hasta entonces una discreta actuación.

Dos derrotas seguidas y tres partidos sin marcar llevaba el Levante y en siete minutos rompió su mala racha en un saque de esquina. Mal defendido por la zaga deportivista, Iván Romero cabeceó a la red al borde del área pequeña. Algo solo estaba también el propio Romero en el 2-0, que firmó al filo de la media hora con una vaselina tras recibir un buen pase vertical de Lozano.

Antes del 1-0 había hecho ya dos paradas Helton para detener a un Levante que salió en tromba a por su rival. La reacción del Deportivo, que acabó en Valencia con cuatro jornadas seguidas sin perder, se quedó en casi nada, con un cabezazo al larguero de Villares tras una falta lateral sacada por Lucas Pérez.

Volvió Helton a aparecer ante un disparo de Carlos Álvarez y luego se alió con el palo para repeler un trallazo de Pablo Martínez desde fuera del área, pero ya no pudo con Iván Romero. Fue un vendaval el Levante ante un Deportivo timorato, sin dirección en la medular por las múltiples bajas y que solo cuando Yeremay o Lucas Pérez entraban en juego parecía tener peligro.

Movió el banquillo Idiakez y metió en el descanso a Bouldini por un desaparecido Patiño, que, como el resto del equipo, no anduvo afortunado en su primera titularidad del curso. Y a punto estuvo de meterse en el partido el Deportivo con un zurdazo de Lucas Pérez a la escuadra que salvó con una gran parada Andrés Fernández.

Fue un espejismo y casi nada pasó ya hasta el final. Porque balón era para el Deportivo, que no sabía qué hacer con él, y el Levante se dedicó a esperar en su campo y gastar lo menos posible de cara a su visita a Los Cármenes del domingo. Allí, ante un Granada en racha, medirá su reacción y peleará por meterse en ascenso directo.

El Deportivo, eso sí, le dio emoción al final del choque con un gol de Barbero en el minuto 88. Casi, también de cabeza, empata de inmediato en una dubitativa salida de Andrés Fernández, pero la victoria, más sufrida de lo que podía parecer a falta de cinco minutos para el 90, se quedó en Valencia.