Cristina Pedroche o las compras millonarias (y secretas) en Madrid
Cristina Pedroche tiene la suerte de ver como su cuenta corriente no para de crecer. Y es que la colaboradora de Zapeando está en su mejor momento, tanto a nivel personal como profesional.
De hecho, todo lo que toca lo convierte en oro. No siempre ha sido así, pero de un tiempo hacia aquí, su caché ha pegado una subida de escándalo. Y no tiene problema en reconocerlo.
Tanto es así que cuando se casó con David Muñoz, que no es que estuviese pasando precisamente por dificultades económicas, muchos criticaron a Pedroche por haber pegado un ‘braguetazo’. Nada más lejos de la realidad.
Es más, fue en esa época en la que la de Vallecas lo dejó muy claro: “Cobro mucho más que David. Me casé por amor, no por dinero”.
Las compras millonarias
Lo cierto es que Cristina es muy consciente que este ‘boom’ que está viviendo hoy en día puede que se acabe pronto. Al fin y al cabo la televisión es un sector muy efímero y puedes pasar de estar en lo más alto a desaparecer por completo en cuestión de muy poco tiempo.
Es por eso que la madrileña, tal y como informaron hace un tiempo varios medios, decidió asegurarse un futuro a base de propiedades. Parece ser que, al menos que se sepa, Pedroche se ha hecho con tres plazas de parking y tres viviendas en Madrid, con la idea de alquilarlas e ir amortizando su dinero. Unas compras que prefiere mantener en secreto.
Un negocio que, a no ser que la situación cambie mucho, será muy rentable para la divertida colaboradora. Eso sí, teniendo en cuenta lo que gana tan sólo por las campañas publicitarias que realiza, tampoco es que tenga mucha necesidad de ello.
Los expertos en el tema aseguran que, a día de hoy, Pedroche podría estar ganando entre 100.000 y 180.000 euros por cada campaña que hace. Además, los también los 30.000 euros por cada presentación que realiza y los 3.000 por tan sólo pasar por la alfombra roja y posar para la prensa son también una mas que buena ayuda.
Sin embargo, por mucho que esté ganando tanto dinero como el que aseguran que gana, Cristina no ha perdido un ápice de esa sencillez y ese desparpajo que, al fin y al cabo, ha sido lo que le ha ayudado a ascender hasta lo más alto.
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