Ya es un hecho más que probado: esta edición de Operación Triunfo es un fracaso. Un fracaso si lo comparamos con el exitazo que supuso la anterior, donde Amaia, Alfred, Ana Guerra y Aitana reventaron los audímetros de TVE.
Y es que la chispa, la fuerza, el gancho que tenía los concursantes de la edición anterior ya no lo tienen lo s de ahora. Ni mucho menos. De hecho, no son pocos en las redes los que incluso acusan a los actuales de estar apáticos, de pensar que por haber entrado en la academia más mediática del país ya lo tenían todo hecho.
Nada más lejos de la realidad. Y como mejor prueba de ellos la bronca que se llevaron por parte de la directora de la academia, Noemí Galera, hace unos días, en la que les instaba a dar un paso adelante y a aprovechar una oportunidad que están desaprovechando y que mucha gente pagaría por tener.
"Esto que habéis leído es nada comparado con lo que hay". Noemí Galera enfrenta a los concursantes a los tuits de la audiencia en la mayor bronca de la edición. Julia, primera en responder a la directora de la Academia, alude a la presión del concurso #OTDirecto12NOV rtve,es/ot pic.twitter.com/7WLaj7Zur8
— TVE (@tve_tve) 12 de noviembre de 2018
La porquería de OT
Y es que si la edición pasada estuvo marcada por la música, la diversión e incluso el amor (como olvidar como la bonita historia de Alfred y Amaia entró en los corazones de muchos), esta está marcada por la polémica.
Una polémica buscada por parte de la dirección, claro está. Por una lado, la expulsión de Itziar Castro fue, cuentan las voces más críticas, una estrategia para intentar ganar audiencia con la vuelta de los Javis a la academia. No funcionó.
Por otro lado, la supuesta filtración del veredicto del jurado antes incluso de ver las actuaciones en directo a través de un ‘error’ en una foto de las redes sociales..De esta forma lo único que consiguió el programa es que apareciera la temida y odiada palabra ‘tongo’. Además, no son pocos los que apuntan a la voluntad del programa para cargarse a unos y beneficiar a otros.
Es normal la bronca que han recibo Carlos y Alba por parte de Noe, cuando no han abierto la boca? INCREIBLE. Os quereis cargar a @carlosot2018 como sea BASTA YA!#OTDirecto1NOV#CarlosFavorito pic.twitter.com/0nRpw1UerD
— Carlos Right CFO (@carlosrightCFO) 1 de noviembre de 2018
¿Lo es? No se sabe, pero la sospecha está ahí. Eso sí, también hay quien apunta a que esta táctica por parte de la productora y de la dirección de echar toda la culpa a los concursantes es del todo menos ética.
Al fin y al cabo, los responsables del casting son los que son, y si los jóvenes no conectan con la audiencia no es sólo culpa suya sino también de un programa que, como ya pasó durante su primera etapa, está empezando a cansar, a perder audiencia y a ser más motivo de tertulias por los líos que por las actuaciones.