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Son días movidos en el domicilio de Shakira y Gerard Piqué. Los problemas de la cantante colombiana con el fisco está causando estragos en casa de los Piqué-Mebarack. La Fiscalía de Barcelona la acusa de presunto fraude en sus declaraciones realizadas entre el 2011 y el 2014.
El escándalo ya saltó el año pasado. Hace poco más de doce meses, la Agencia Tributaria ya puso a la de Barranquilla en liza.
El abogado de la artista reaccionó y escribió una carta de alegaciones. Pero lo único que consiguió fue retrasar lo inevitable. Según apunto la agencia EFE, Shakira recibirá una querella en la que le reclaman 14,5 millones de euros.
Daños colaterales para Shakira
Pero al margen de los conflictos que pueda tener la sudamericana con la justicia, hay otros problemas colaterales que la están dejando muy tocada.
Por un lado, las acusaciones no han hecho otra cosa que desatar la ira de sus haters, que le han dicho de todo en las redes sociales: “Estafadora”, “Rata”, “¿Vives aquí y no pagas impuestos? Qué asco”, “Con la de dinero que tiene y encima evadiendo...” o “Iros ya de una vez tú y tu familia de España” son algunos de ellos.
Discrepancias entre Shakira y Piqué
Por otro lado, esta historia está afectando a la relación de la pareja. Si por Shakira fuera, mañana mismo hacían las maletas y se marchaban a vivir a Estados Unidos. Allí la artista podría proseguir con su carrera musical, lejos de los problemas que le persiguen en España.
Shakira empieza a estar muy harta de los españoles y de que la señalen y la insulten en ciertos lugares. No tanto en la ciudad condal como cuando sale fuera de Catalunya.
Sin embargo, Piqué tiene otros planes. El jugador tiene contrato con el FC Barcelona hasta el 2022 y no tiene otros planes que cumplirlo hasta el último día. Una situación que podría tener muy mal final para la pareja.