La vida de Cristina Pedroche dio un cambio radical el día en el que conoció a David Muñoz. La colaboradora de Zapeando estaba pasando por un momento ciertamente delicado y, gracias a la aparición del chef español, todo cambió.
Y qué cambio. Y es que, al margen de esa felicidad que de la que tanto hace gala y ese amor que se profesan tan profundo, Muñoz fue el que inculcó a Pedroche la pasión por el deporte y la vida sana.
Un Muñoz que, un tiempo antes de conocer a Cristina, cuando era joven y empezaba a despuntar como uno de los mejores en los suyo, no tenia precisamente la figura esbelta y fibrada que tiene hoy en día. Todo lo contrario. Su gusto por la comida había hecho que ganara unos cuantos kilos.
La adicción de Cristina Pedroche
Pero un día todo cambió. Empezó a hacer deporte y se enganchó al running. Una pasión que desde el primer día que estuvieron juntos inculcó a la it girl española. Y ella se unió enseguida.
Una Pedroche que, en el momento en el que empezó su relación con el polémico chef, también había ganado algunos kilos. Pero, a medida que fue poniéndose a la altura de David, los perdió enseguida.
Y ahora es otra. Cristina corre y hace yoga como nunca lo había hecho antes. Y su perfil de Instagram es una buena muestra de ello. Son muchas las veces que la de Vallecas comparte con sus seguidores su pasión por hacer kilómetros y por el yoga.
Una pasión que muchos consideran que ha llevad demasiado lejos y que “está enganchada”. Una adicción que muchos consideran que Frank Blanco, Zapeando y Antena 3 tapan.
Obviamente esas críticas surgen de los sectores más críticos hacia Cristina que, si bien es cierto que en un primer momento dio la sensación de haber adelgazado en exceso, ahora ya ha encontrado el punto medio y goza de una salud envidiable.