Massu, sangre caliente para Thiem
Luis Miguel Pascual
París, 4 jun .- Dos años después de haber dejado la raqueta, el chileno Nicolás Massu ha encontrado otra meta: inyectar al austríaco Dominic Thiem la motivación necesaria para que sea el número uno del mundo.
"Trabaja, piensa y se enfoca en ser el mejor cada día. Eso el día de mañana puede ser realidad o no, lo importante es que él trabaja para ser el número uno", aseguró el chileno en una entrevista con Efe.
En vísperas de que afronte contra el ruso Karen Khachanov el asalto a su cuarta semifinal consecutiva en Roland Garros, el tercer mejor tenista de la historia de Chile afirma que "el tiempo corre en favor" de su pupilo.
"Cuando tienes 25 años y eres cuatro del mundo, sólo puedes apuntar a la cima. Tiene varios años por delante, tiene la juventud pero también la experiencia de haber ganado torneos importantes y haber jugado finales de Grand Slam", señaló.
A eso añade que los tres que le preceden en la clasificación, el serbio Novak Djokovic, el español Rafael Nadal y el suizo Roger Federer, entran en la recta final de su carrera, con 32, 33 y 37 años, por lo que "la perspectiva en el tiempo es muy buena" para Thiem.
Massu quiere aportarle su experiencia en el circuito, pero también la motivación necesaria para no bajar los brazos.
"Dos personas de personalidades diferentes se potencian. Yo soy sudamericano, él austríaco, tenemos distintas culturas y personalidades", sostiene el chileno, convencido de aportarle una nueva visión del tenis.
"Estoy muy contento de poder trabajar con una persona como él. Además de ser un gran talento, un gran jugador, es una gran persona. Su familia también, desde el primer momento me abrieron las puertas para poder trabajar", indicó.
"Trato de que mejore, de que cumpla sus metas (...) A mí me gusta ganar, vengo a trabajar y ser el mejor en lo que hago. Si eso significa que él sea número uno, mejor", comentó.
Thiem tiene que ser paciente. Va cumpliendo metas y avanzando en su objetivo. Massu niega que sea sólo bueno sobre tierra batida y considera que el austríaco es capaz de adaptarse a cualquier superficie, como demostró con su triunfo en Indian Wells.
Entonces, apenas hacía unas semanas que habían comenzado a colaborar. Thiem estaba lejos de su mejor nivel y el chileno cambió todo su equipo.
"Hicimos un análisis, una minipretemporada. El resto es mérito de él. De estar lejos de su nivel a ganar su torneo más importante, eso es el talento que tiene él. Es un fuera de serie", aseguró.
Massu está convencido de las posibilidades de éxito de su pupilo: "El potencial lo tiene. Es fácil trabajar con él, me entrega cada día su cien por cien, en la preparación física, en el tenis. En todo piensa como un campeón, así es más fácil".
La mejora fue inmediata y eso ayudó a establecer una relación de confianza entre el tenista y el entrenador, que además conoce bien a muchos de sus rivales, porque se ha medido con ellos.
"Hay mucho entendimiento, mucho respeto, metas importantes y los resultados fueron instantáneos. Tenemos que aprovechar eso, porque no siempre se empieza así. Cuando lleguen los momentos menos buenos, que son normales en cualquier deportista, hay que estar preparado para seguir trabajando", dijo.
"Cada día nos acercamos más, nos conocemos más", señaló el chileno, que quiere aportar a Thiem su mentalidad ganadora, la que paseó por el circuito "buscando siempre ser mejor".
"Soy una persona que pienso y vivo 24 horas en el tenis, estoy enfocado todo el tiempo para que mejore, para que cumpla su meta. Estoy aquí porque me gusta ganar, hacerlo lo mejor posible, y él piensa igual. Así es más fácil", resaltó.
"Yo traté de llegar lo más alto posible, ser el mejor en lo que hacía, fui número 9 y ahora trato de que él cumpla sus metas. Voy a hacer todo lo posible para que el día de mañana pueda ser el mejor", insistió.