La segunda semana se dispara en busca del campeón
Miguel Luengo
Londres 7 jul .- La segunda semana de Wimbledon arranca este lunes con las pistas notando ya el serio desgaste de los primeros siete días de competición y con el billete más preciado del torneo, los octavos de final de ambos cuadros individuales, el trampolín que lanzará a los nuevos campeones.
Tras las rápidas eliminaciones del griego Stefanos Tsitsipas y el austríaco Dominic Thiem, y después del alemán Alexander Zverev y luego del croata Marin Cilic, las fuerzas parecen mantenerse intactas en el serbio Novak Djokovic, el suizo Roger Federer y el español Rafael Nadal.
Los tres han cedido un set en este camino, el de Belgrado contra el polaco Hubert Hurkacz en segunda ronda, el de Basilea ante el surafricano Lloyd Harris en la primera, y el balear ante el australiano Nick Kyrgios en su segundo partido.
Todo parece nivelado, incluso la contención en los comentarios de cada uno de ellos. Nadie quiere un sobresalto o un mal momento que altere la serenidad necesaria para lograr las instancias finales, donde cualquier detalle puede decidir el final del tercer grande de la temporada.
"En la segunda ronda jugué mejor que en la primera y esta vez mejor que en la segunda", dijo Nadal tras vencer al francés Jo-Wilfried Tsonga, justo después de su victoria ante Kyrgios. "Es importante que después de un difícil sorteo haya llegado hasta aquí", explicó el balear tras ser relegado al tercer puesto de los cabezas de serie.
Nadal se mide este lunes con el portugués Joao Sousa, 69 del mundo, y que solo en el US Open del año pasado llegó tan arriba en un Grand Slam. Francis Roig, conoce bien al jugador de Guimaraes, que reside en Barcelona, y que fue tutelado por Roig durante un tiempo.
"Es una sorpresa que no haya ningún 'top 10' en mi lado del cuadro", aportó Djokovic al atisbar que es el canadiense Milos Raonic, 17 del mundo, el rival de mayor entidad, y sobre todo en hierba, con el que podría cruzarse en semifinales.
"Al mismo tiempo, respeto todo aquel que ha ganado a estos cabezas de serie. Mi actitud respecto a mi próximo oponente no va a cambiar porque su ránking no sea tan alto como el de otro", dijo el serbio, que ese lunes se mide con el francés Ugo Humbert, de 21 años, que junto con el italiano Matteo Berrettini, de 23, aportan frescura joven a unos octavos cuya media de edad se acerca a los 30.
Tampoco Federer parece estresado este año en el que busca su noveno título en el All England Club.
Su partido de exhibición en Ciudad del Cabo, el 7 de febrero del año próximo con Nadal le relaja y le emociona a la vez. Pero no levanta el pie del acelerador el de Basilea, que cruza la segunda semana de Wimbledon con 350 victorias en el Grand Slam, sobrepasando la marca de Jimmy Connors, y logrando por 17ª vez los octavos.
Allí le espera Berrettini, que tras salvar tres bolas de partido ante el argentino Diego Schwartzman, logró una victoria épica en el partido más largo del torneo hasta ahora, de cuatro horas y 20 minutos.
Habrá un cuartofinalista estadounidense asegurado, con el duelo entre el cañonero Sam Querrey, que lleva 75 "aces" y Tennys Sandgren, y además de Nadal dos españoles más: Roberto Bautista, que se medirá contra el francés Benoit Paire, y Fernando Verdasco, que lo hará con el belga David Goffin.
Guido Pella será el único argentino que luchará en esa ronda de los cinco iniciales de la partida. Es el premio tras vencer al surafricano Kevin Anderson, finalista en 2018, aunque ahora su rival también sabe lo que es disputar una final en Wimbledon: Milos Raonic, subcampeón en 2016 y cuarto en la lista de mejores sacadores este año, con 59 "aces".
De los tres grandes favoritos que quedan en pié, solo Nadal está exento de encontrarse con un cabeza de serie hasta semifinales, si Federer cumple con su asignación. La cuestión es, si de verdad este año las pistas, como asegura el suizo, están más lentas, o el juego se ha ralentizado debido a los cordajes y a la estrategia de los jugadores.
"No lo sé. Cada año escucho que es más lenta y yo llevo viniendo aquí 15 años", dijo Nadal al respecto. "Las sensaciones son diferentes para cada tenista. No es lo mismo cuando te sientes bien que cuando no. Si no estás jugando bien puede que sientas que la hierba es más lenta o más rápida. Yo vine por primera vez en 2003 y es la misma superficie. Lo único que sí ha cambiado es que las pelotas son más pesadas", aseguró el balear. EFE.