Flamear en League of Legends, un camino directo hacia la derrota
Parte del encanto, lo queramos o no, de League of Legends, reside en cruzarte en la mitad de tus partidas con algún compañero que parece que vive para intear. Ya sea por mecánicas, o por malas decisiones, partidas que tenías ganadas se tuercen por errores tontos, lo que hace que salga de ti lo peor que llevas dentro y empieces a flamear.
Pero por mucho que te apetezca acordarte de algún antepasado de tu compañero, esa rabia momentánea es la que hay que tratar de controlar para no ir directos hacía una derrota segura. Por supuesto que puede servir como desahogo el insultar por el chat, nadie lo pone en duda, pero más relajante y placentero será el momento en el que, pese a las dificultades, se termina alcanzando la victoria. Y a eso no se llega nunca mediante el flameo.
Esos nervios están aún más a flor de piel durante una ranked, momento en el cual deberemos demostrar una mayor fortaleza mental. Comenzar a flamear puede servirte para relajarte durante unos pocos segundos, pero de nada servirá al estar abriendo una caja de pandora en la que se cruzarán numerosas respuestas de críticas destructivas a e insultos varios. Y tras ello... el troleo para tratar de perder lo antes posible y terminar esa fatídica partida.
Pero hay un camino mejor. Controlar la calma, incluso cuando eres tú el objetivo de ese flameo. Pedir disculpas en caso de error, restarle hierro en el caso de errores de compañeros, y aprovechando que no te oyen, pues sí, soltar algún improperio mientras escribes en el chat todo lo contrario, con ánimo de unir fuerzas y llamar al juego en equipo y poner el foco en los objetivos clave de la partida, como canalizar todo el daño sobre el carry, o saber defender una difícil oleada pero sin iniciar más de la cuenta, castigando poco a poco al rival para conseguir lo que posiblemente se convierta en una épica remontada que nos dejará con una sensación de júbilo, en lugar del amargor de una dura derrota y los nervios por una discusión absurda.