Konami se lanza a los NFT a través de Castlevania...¿suena Metal Gear?
La expansión de la era digital en el mundo de los videojuegos se traslada a los NFT como parte de un mercado centrado en la tecnología blockchain para ampliar los beneficios, y Konami no ha dudado a la hora de aprovechar el 35º aniversario de Castlevania para inaugurar su propia arena de batalla.
La conmemoración de los 35 años de una de las series más famosas de la marca marcan un salto en Konami para sumarse así a empresas como Ubisoft, Square-Enix, Activision o Electronic Arts en el mundo de los tokens no fungibles, una nueva forma de arte con tanto valor como críticas recibidas desde parte de la industria.
Con diferentes usos y formas de entender los NFT, Konami se ciñe a la más básica aprovechando la propiedad intelectual y los derechos de Castlevania para producir elementos únicos en una subasta, una manera de reproducir escenarios con unas características propias que salen a la venta como lo han hecho canastas concretas de la NBA o GIF virales.
Por ahora la idea de Konami es poner a la venta diferentes momentos reconocidos de la saga con un sólo objeto único por escena, iniciando así un proyecto ambicioso con el que adaptarse al mercado para atrapar a los coleccionistas o a aquellos inversores que piensen en una venta futura.
A modo de enseñanza para muchos y con la idea de hacer de esta decisión una primera pieza de un puzzle mucho mayor, el paso con Castlevania sólo parece ser el primer de muchos como están demostrando otros grandes estudios, por lo que no sería raro imaginar que esta misma idea se repita con otros títulos.
Silent Hill o Metal Gear podrían ser las nuevas lanzaderas de un proyecto abierto que por ahora está adentrándose en nuevos terrenos. A día de hoy el NFT es único porque se lanza sólo uno, pero en diferentes marcas lo es porque tiene una numeración propia, de hecho Konami no descarta sacarlos en el futuro con otros datos...aunque siempre los primeros tendrán un valor mayor.
Sea o no una manera de cambiar el sentido del coleccionismo, lo que queda claro es que las grandes compañías ven una posibilidad de mercado lo suficientemente grande como para colar a sus videojuegos como puntos de venta más allá de la jugabilidad, veremos hacia dónde evoluciona porque a día de hoy es difícil de predecir.