Clash Royale: el increíble bug para colocar a los reclutas como mineros
El abuso de poder dentro de Clash Royale no sólo pasa por repetir 35 partidas de ladder con el gigante eléctrico en busca de un extra de coronas inimaginable con otro tipo de mazo pero también aprovechar los bugs del juego como el recién descubierto de los reclutas, un error a modo de hechizo que les coloca directamente en la torre enemiga como si de un grupo de mineros se tratasen.
La escala de errores de Clash Royale está muy lejos de convertir a unos personajes en otros ya que lo habitual es tener a ciertos personajes con problemas en los ataques, en la movilidad o en el despliegue una vez viajan por una calle o por la contraria, pero nunca habíamos chocado con algo tan extraordinario como el envío directo de una tropa a la zona enemiga.
El glitch pasa por una situación muy concreta dentro de las partidas de x7 de elixir en las que el control de la zona propia repleta de estructuras como el cañón o el recolector de elixir a priori impiden la aparición de cualquier carta en la misma zona, pero la necesidad de los reclutas de apropiarse de toda una línea genera en el spam un abuso de poder inexplicable.
El bug se sucede colocando estas estructuras en el mapa y posteriormente lanzando en campo propio un espíritu de hielo y una furia en el mismo segundo en el que se lanzan lso reclutas, pero estos en vez de aparecer en el lugar habitual lo hacen detrás de la torre de princesa enemiga, justo en la esquina contraria, y el ataque es insalvable para el enemigo.Como se ve en la introducción de la partida con los estandartes de batalla el gameplay está sacado de esta misma actualización en la temporada actual del mini PEKKA por lo que Clash Royale debe trabajar para encontrarle una solución a este tipo de partidas, aunque por ahora el bug esté oculto sólo en las partidas amistosas con el x7.
Aún así la base del error está en el poco espacio en el mapa para los reclutas y no es fácil ponerlo en marcha, por lo que la ventaja es relativa al tener que gastar los suficientes recursos en la jugada sólo para poner en pie el glitch, una jugada que en el fondo queda más graciosa que efectiva por los gastos necesarios.