Assassin's Creed Shadows advierte del peligro de las atalayas
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Se recupera la cinemática de 360º
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Darán menos información y pueden ser un viaje rápido mortal
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Primeros detalles de Claws of Awaji, el primer DLC de Assassin's Creed Shadows
A medida que pasan los días y sabemos más y más de Assassin's Creed Shadows, también duele más ese nuevo retraso al 20 de marzo de 2025. Y aunque es para bien, de cara a ofrecernos un juego cada vez más completo, esa sensación de haberlo podido tener desde el pasado 15 de noviembre, pesa un poco. Pero hay que quedarse con esa parte buena, ya que Ubisoft no quiere tiempo para arreglar bugs, como de costumbre, si no para implementar ideas por doquier de las que han llegado desde la comunidad en los últimos meses.
El nuevo juego de la saga continúa evolucionando. Sabemos que el contar con dos protagonistas será revolucionario, muchos tendrán ganas de probar el modo canon para las decisiones, y ese regreso a los orígenes templarios es una gozada. Pero con todo ello, lo mejor son los numerosos cambios en las mecánicas como el evolucionado parkour, o el reciente anuncio sobre que ya no tendremos águila para explorar. Todo será manual, a lo que vean nuestros 'ojos de elfo'. Por lo que la visión manual desde las atalayas cobra una mayor importancia, así como el poder recupera la esencia de la Hermandad de Asesinos gracias a la contratación de exploradores, los cuales tienen diferentes utilidades.
Al no poder contar ya ni con Senu, ni Ícaro ni Synin, como así ocurría en Origins, Odyssey y Valhalla respectivamente, esta exploración mucho más manual quiere ser uno de los puntos fuertes del nuevo Assassin's Creed Shadows. Ya que, desde Ubisoft, han acertado al querer eliminarnos los 800 iconos de nuestro mapa, para tener una experiencia más limpia. Incluso eliminando puntos de interés que revelemos desde una atalaya, salvo que lo marquemos manualmente, como así nos mostraron en un extenso artículo sobre la exploración.
Ventajas e inconvenientes de las atalayas en Assassin's Creed Shadows
Ubisoft tenía clara esa misión en torno a una exploración mucho más manual. Ahora las atalayas ya no desvelan grandes secciones del mapa y todos los iconos de oportunidad en forma de ubicaciones y coleccionables. Tendremos que ser nosotros los que observemos manualmente desde estos puntos, y así poder marcar nuevos distritos, templos o enemigos. Además, como punto a favor, recuperan la cinemática de 360º al sincronizarnos la primera vez.
Solo así podremos seguir avanzando y completar toda nuestra aventura. Nada de automatismos, la mecánica de observar será fundamental en todo momento, pudiendo girar sobre nosotros mismos para marcar todo aquello que estimemos oportuno. Haciendo que esta búsqueda de objetivos sea mucho más interactiva y laboriosa.
También advierten del peligro que pueden suponer como puntos de Viaje Rápido. Ya que las atalayas, como en anteriores Assassin's Creed, seguirán teniendo esta función. Pero algunas atalayas están situadas en territorios controlados por el enemigo, y llegar aquí por la vía rápida puede suponer un peligro inmediato. Viéndonos de repente en una situación de peligro mortal.
Y para los curiosos, al tener dos protagonistas con mecánicas tan diferentes, las atalayas estarán accesibles tanto para Naoe como para Yasuke. Pero mientras que la primera puede escalar fácilmente por las estructuras superiores, Yasuke deberá encontrar rutas alternativas y usar escaleras para llegar a la cima de un edificio y sincronizarse.