Heading Out, elige tu propia aventura sobre ruedas
-
Una aventura narrativa muy especial con el aspecto de un juego de conducción y el tono de una road movie en blanco y negro
La escena de los videojuegos independientes no deja de sorprendernos con propuestas de lo más arriesgadas. Puede que no todas lleguen a triunfar, pero al menos hay que celebrar su valentía y cómo marcan el camino para innovar en este producto cultural que nos apasiona. Heading Out, una aventura narrativa nada corriente desarrollada por Serious Sim y editada por Saber Interactive, es uno de estos títulos que nos ha enamorado por su original mezcla de géneros.
Como ya hemos dicho Heading Out es, ante todo, una aventura narrativa, pero mezcla muchas cosas más. Esta profunda e interesante historia audiovisual se abre paso entre las mecánicas de un videojuego de conducción, donde adoptamos la típica perspectiva sobre nuestro vehículo y conducimos de manera habitual: acelera con un gatillo, frena con el otro, pulsa el freno de mano para derrapar en las curvas y hasta cambia entre las habituales vistas en tercera persona y en primera, desde el interior del propio coche. Pero no te engañes, esto no es un juego de conducción.
El título, con un estilo artístico y gráfico brillante que imita las ilustraciones y viñetas de una novela gráfica en blanco y negro, toma como principal referencia las 'road movies', al más puro estilo 'Thelma & Louis' o 'Vanishing Point'. Y, tras disfrutar de la experiencia de este título que ya esta disponible para PC, tenemos que decir que transmite todas las sensaciones de este peculiar género cinematográfico. Y a estas dos películas, apuntadas por sus desarrolladores como inspiradoras de su trabajo, yo tengo que añadir 'El diablo sobre ruedas', la angustiosa y genial cinta de Steven Spielberg de 1971. Y es que el juego tiene su punto de terror psicológico.
Pisa el acelerador y no mires atrás
Heading Out comienza poniéndonos directamente al volante de un coche, pisando el acelerador y eligiendo rápidamente una ruta de huida de una ciudad, hacia las interminables carreteras secundarias de la zona noreste de los Estados Unidos. Huimos de algo, de algo espantoso que quiere darnos caza. No sabemos lo que es, pero si demoramos nuestra huída todo se vuelve rojo y nebuloso y nuestra vida comienza a correr peligro. No hacemos preguntas, pisamos el acelerador a fondo y dejamos que la amenaza, nuestro miedo, se vuelva un punto invisible en nuestro retrovisor.
El miedo inunda el mapa de los Estados Unidos, y su red de carreteras y nosotros solo tenemos la necesidad imperiosa de huir de él. O mejor aún, de conseguir llegar a nuestro destino antes de que lo haga él. Así, el juego nos coloca en una pantalla de gestión que es un mapa de carreteras secundarias (en el que pasaremos la mayor parte de la aventura) y desde ahí gestionaremos nuestra particular carrera. Tenemos que elegir las rutas que tomar (las que estén en blanco y no teñidas de 'rojo miedo'), gestionando nuestro combustible, las provisiones, nuestros nivel de cansancio y prestando atención al estado de nuestro coche (hay que conseguir peizas y dinero para pagar reparaciones cada cierto tiempo).
Pero mientras elegimos ruta y atravesamos el país, nos cruzaremos con eventos que nos harán seguir la historia: estos eventos pueden ser solo narrativos (encuentros con personajes secundarios, historias cruzadas y giros narrativos que se cuentan con ese toque de viñetas de cómics) o jugables. Estos últimos pueden ser simples paseos en coche por paisajes increíbles, carreras con otros conductores que nos reten o persecuciones de las que tenemos que intentar salir indemnes. Cuando estemos al volante escucharemos las voces de los locutores de las emisoras de radio local, cuyas historias son también fundamentales en la narrativa del juego.
Elige y conduce
La ambientación y los geniales entornos por donde pasamos nos hacen seguir hacia delante, siempre huyendo y siempre descubriendo que nos deparará la carretera en los siguientes kilómetros. En este sentido la sensación de vivir una riad movie es total y la historia del juego es sorprendente, cargada de giros muy interesantes. Pero lo importante es que tenemos que tomar decisiones a cada paso y todas ellas afectan al transcurso de la aventura.
A la aventura narrativa y al juego de conducción se le une una tercera pata para conseguir la mezcla perfecta: la mecánica de los famosos libros de 'elige tu propia aventura'. En el juego tenemos que tomar decisiones constantes, para elegir una ruta, para elegir una dirección en un cruce, para seleccionar visitar una ciudad o un pueblo más alejado, cuando conozcamos a algún personaje secundario nos planteará una decisión... La narrativa se bifurca como el mapa de carreteras y hay tantos hilos narrativos como curvas y cruces sobre el horizonte. Así, el juego es altamente rejugable y cada partida promete una historia completamente distinta.
Pero ya hemos dicho que hay que estar pendiente a muchas cosas como los recursos del juego (el combustible, entre otros), lo que nos hará tomar decisiones difíciles como cometer robos, lo que nos echará encima a la policía local y tendremos que huir de ellos.Pero también tenemos que estar pendiente de otros elementos como la concentración. Atento a esta barra porque si se agota se cerrarán nuestros ojos y nos quedaremos dormidos al volante.
Las conclusiones de Heading Out
El juego está dividido en capítulos y su historia nos irá atrapando a medida que avancemos, con historias surrealistas, extrañas, bizzarras incluso, pero extrañamente adictivas. Todas las piezas parecen encajar y aunque no se ganaría la vida como un videojuego de carreras, tampoco lo pretende, nos ha cautivado por su extraña mezcla, su forma de narrar y su toma de decisiones. Y tiene una genial banda sonora cuyas canciones acompañan, en duración exacta, cada carrera o persecución.
Lo mejor:
- El apartado artístico y su ambientación estilo 'road movie' funciona muy bien.
- El sistema de decisiones lo hace muy rejugable.
Lo peor:
- No es el mejor juego de conducción que hemos probado
- La mayor parte del tiempo jugamos tomando decisiones sobre un mapa
80/100