Trámite gris en Belgrado. Le interesó más el partido a un buen Estrella Roja que al Unicaja, que ya mira al Top 8. Una eliminatoria donde espera el Alba de Berlín. Perdió el Belgrado días después de dibujar una epopeya frente al Real Madrid. En un calendario tan exigente parece lícito medirse. Cuantitativamente es más importante el partido frente al Manresa del sábado en Liga Endesa. Maquillaron los malagueños para que la derrota no escociera en un encuentro donde la victoria no amargaba. Disparando alto, igual pueda ser importante en caso de acceder a semifinales. Escarbando hacia lecturas positivas, Wiltjer quiere subirse al barco. Volvió a reencontrarse con el aro, en un choque donde tuvo alguna de sus llamaradas habituales.
Había laxitud en las defensas, con plena consciencia de que el plato suculento ya estaba vacío. Siquiera la Aleksandar Nikolic era ruidosa, se escuchaban incluso el chasquido de las zapatillas. Con ese pie levantado atrás se sentía cómodo Wiltjer. Tenía lugar una de esas ráfagas iniciales del canadiense, que anotaba con facilidad. 11 puntos para el ala-pívot, que aprovechaba el carrete de Casimiro para abrir las primeras rentas (18-22). El Unicaja abría el campo (6/10 desde fuera en el primer cuarto), con más tiros lejanos que cerca de la canasta.
Boatright apagaba el primer fuego, tras triples encadenados de Davidovac y Nenadic (29-30). Se sucedían el intercambio de canastas en un ritmo alto de juego. Los malagueños perdían el acierto y no cogían un rebote en el aro ajeno, por lo que los balcánicos invertían la cuesta (41-36). El técnico manchego daba entrada al héroe del Carpena ante el Real Madrid, que era duda por gastroenteritis. Ya se perdió el duelo del Palau. El madrileño anotaba un triple en el primer balón que tocó y luego una canasta. Se diluiría desde ahí el Unicaja, que se atascaría en ataque algo menos de medio cuarto. Los de Milan Tomic penalizaban con un parcial de 12-0 para abrir un boquete al descanso (57-41).
Los de Casimiro iban por detrás en casi todo. Hubo algún amago de vuelta con Wiltjer a los mandos, asumiendo protagonismo ofensivo. Varias canastas del 'cuatro' permitían que la tijera no se abriera más (70-57). Waczynski acercaba pero un reivindicativo Davidovac enfriaba con dos canastas seguidas, en su mejor noche en Eurocup. No conseguía el Unicaja engancharse, faltaba continuidad (81-65). Los cajistas decidieron bajar al barro. El técnico manchego sacó un quinteto combativo y las prestaciones mejoraron. Un robo y canasta de Díez y otra de Jaime daban alas (86-79). Boatright y Lessort erraban para comprimir aún más, lo que era una palada encima ante la falta de diques en defensa. Aparecía Ragland con un triple para levantar otra vez el muro. Ahí se esfumó el conato de remontada ante un Estrella Roja más serio, que se dio una última alegría antes de despedirse de la Eurocup.
Ficha técnica:
Estrella Roja 105 (26+31+24+24): Ragland (17), Baron (11) Dobric (10), Simanic (9), Ojo (9) - cinco inicial - Nenadic (13), Perperoglou (13), Davidovac (16), Ristic (-), Faye (7).
Unicaja 89 (27+14+24+24): Roberts (5), Salin (6), Milosavljevic (9), Wiltjer (18), Lessort (9) - cinco inicial - Boatright (8), Jaime Fernández (14), Waczynski (6), Díez (7), Stilma (-), Shermadini (7), Okouo (-).
Árbitros: Rocha, Shemmesh y Vyklicky. Eliminados: Salin.
Incidencias: partido correspondiente a la jornada 6 del Top 16 disputado en la Aleksandar Nikolic de Belgrado (Serbia) ante 2.986 espectadores.