Raúl García no es un futbolista cualquiera. El navarro es de esos futbolistas que las aficiones odian cuando le tienen como rival y que aman si es uno de los suyos. Así ocurrió en el Athletic Club, cuando después de varias temporada haciendo goles a los bilbaínos con las camisetas de Osasuna y Atlético de Madrid decidió convertirse en un león más.
Todos conocemos al Raúl García de dentro del campo, competitivo e intenso a más no poder. Nada que ver con como es fuera del verde, donde se transforma en un hombre muy familiar y amante de la tranquilidad. Su mujer y su hija centran toda su atención, aprovechando sus días libres para visitar Pamplona.
Él mismo admite que no le gusta toda la parafernalia que rodea al mundo del fútbol, solo disfruta con el balón en los pies. Aún así, entiende que las entrevistas, las fotos con los aficionados, los autógrafos y demás es parte de su trabajo. Es por ello que siempre atiende a la gente con una sonrisa y responde educamente a las preguntas. "No. Lo hago por el respeto a la prensa y a la gente que trabaja en esto. Prescindiría de ello, no va conmigo. Soy un privilegiado, lo sé, pero si pudiera elegir y no supusiera faltarle al respeto a la gente, preferiría que las entrevistas las hiciera otro", confesó en una entrevista en El Mundo.
Una prueba de esto fue su primer entrenamiento con el Athletic en 2015, cuando una multitud le esperaba al salir del mismo. Raúl García paró el coche y se dedicó a sacarse fotos, firmar autógrafos y estrechar la mano a todos aquellos que le decían "bienvenido", todo esto durante más de una hora. No se marchó hasta que todos fueron atendidos.
El de Zizur deja huella en cada equipo por el que pasa. En el Atlético de Madrid aún se acuerdan de él, llegando incluso a ser considerado por Miguel Ángel Gil Marín como uno de los jugadores que la gente debería recordar. "Cada uno tendrá su opinión, pero para mí, personalmente, por lo que son o han sido tanto a nivel personal como deportivo, como capitán, Gabi, y como jugadores, Fernando Torres, Raúl García y Juanfran" explicó el mandatario hace unos meses.
Su imagen de jugador que nunca se rinde y que pelea hasta el final ha inspirado a algunos aficionados. Su peña en Bilbao, la 'Peña Raul Garcia- Sir Winston Churchill Pub Taldea' creó el pasado agosto un trofeo llamado "Never Surrender", que premia al "jugador más combativo, al que nunca se rinde, con más garra, al más inspirador en la plantilla rojiblanca", algo que casa a la perfección con Raúl García.
En 2016 dio un pequeño susto a toda la "familia" del Athletic cuando se le detectó una «leve alteración electrocardiográfica» y su corazón le ordenó parar. Solo tardó tres semanas en volver a entrenarse como uno más al máximo nivel. Rápidamente confirmó que no era nada grave y que seguiría compitiendo con los más grandes, algo que le encanta.
Así el Raúl García, un hombre que pasó de ser una de las personas a las que más manía tenía San Mamés a lucir el brazalete de capitán en el conjunto rojiblanco en Leganés, habiéndose ganado el cariño de la afición desde su primer partido como león. Uno de los jugadores más queridos en el vestuario de Lezama y entre los cachorros, a los que intenta ayudar en todo lo que puede para que cumplan el que sueño él también tuvo de joven: convertirse en futbolista profesional.
Raúl garcia es un grande, que debía haber estado en el athletic desde el verano de 2011. Cuando fue cedido a osasuna. Era el momento perfecto para ficharle. Un jugador diez. Al que segui desde osasuna. Lleve una gran alegría cuando llego.
Me parece una vergüenza que Raul Garcia sea capitan del Athletic por una cabezonada de Garitano, que Williams coincida con el en sobre el campo y por 'decreto ley' sea este señor capitan, me parece un insulto al brazalete que lleva. Solo hay que ver lo 'comprometido' que esta con la camiseta del Athletic en partidos contra el Atletico de Madrid y Osasuna. Una cosa si es cierta y es que os tiene conquistados a mucha parte de la prensa, esos que no hace tanto le dabais hasta en el carné de identidad.