El nombre de Gustavo Blanco Leschuk sonó con fuerza durante el verano en Gijón. El delantero argentino había agotado sus opciones en Ucrania y quería buscar sí o sí una cesión. En España, Blanco tenía tres propuestas: Sporting, Mallorca y Málaga, además de otras del extranjero como Estrella Roja, CSKA Sofía o Qarabag. Pero sólo el Sporting y el Málaga llegaron al sprint final.
Este miércoles, instantes después de conocer que podrá jugar en El Molinón tras serle retirada la segunda amarilla por el Comité de Competición, Blanco ha sido cuestionado por el interés que puso el Sporting en ficharle, los rojiblancos pelearon hasta última hora por su préstamo. “Me llamó el técnico, lo analicé y estoy muy agradecido, pero ahora estoy aquí y si hay que hacer goles los haré”, dijo el delantero blanquiazul. No se puede decir más en menos.
Porque, para bien del malaguismo tras ver su gran temporada hasta el momento, Blanco Leschuk escogió al Málaga, que tuvo que pelear por la puja a la que fue sometido el argentino para conseguir una buena opción de compra, valorada en 2,5 millones de euros. Así que este domingo el delantero blanquiazul podrá ser de la partida y conocer con la camiseta blanquiazul el estadio donde juega el que pudo ser su equipo.