Javier Ontiveros se ha convertido en uno de los mayores activos del Málaga. Tras varias temporadas irregulares sin terminar de explotar, este curso ha derribado definitivamente la puerta. Su tramo final de campeonato ha sido espectacular, convirtiéndose en el jugador más desequilibrante del equipo y llamando la atención de algunos clubes de Primera División. Retenerlo no será fácil, porque además su cláusula de rescisión se vio reducida a la mitad con el descenso del Málaga a Segunda División: de 15 a 7,5 millones de euros.
Tras su última revisión de contrato, llevada a cabo a finales de la temporada 2015/2016 por Francesc Arnau, uno de sus grandes valedores, Ontiveros tenía una cláusula de 15 millones de euros que, al igual que su sueldo, se vio reducida a la mitad con el descenso a LaLiga 1|2|3. Una situación que también se dio en la gran mayoría de los contratos de aquella plantilla que perdió la categoría (había y sigue habiendo excepciones).
Ante esta situación, desde el pasado mes de noviembre el club trató de renovar la vinculación del marbellí, que expira en 2020, y mejorar su blindaje y su salario, que este curso ha sido inferior al mínimo profesional en Primera, pero las negociaciones no terminaron de cristalizar, por lo que su cláusula a día de hoy es de 7,5 millones de euros. El club, que no se encuentra precisamente en una posición de fuerza negociadora tras no conseguir subir, no aceptará sin embargo menos de ese valor estipulado y así está ocurriendo en los sondeos de los primeros equipos que ya han tocado a la puerta.