En el último día de mercado, con el reloj empequeñeciendo el callejón del Málaga, el cuadro blanquiazul anunció la llegada del joven delantero (19 años) Lorenzo González, que aterriza desde el City y firma por una campaña. La entidad, obligada por LaLiga, midió hasta el último céntimo del gasto salarial para armar una plantilla menos lustrosa que la de la pasada campaña. Para el gol llegaron Sadiku y Lorenzo González, este último punta rápido y potente, aunque de corta estatura (1,69 metros). La primera gran oportunidad para un futbolista que echó los dientes en el City junto a Brahim Díaz.
Ambos compartieron minutos de juego con los diversos equipos de cantera ‘citizen’, además de sesiones con el primer equipo, entrenado por Pep Guardiola. Le valió para ser internacional en categorías inferiores con Suiza a Lorenzo González, nacido en Gran Canaria y criado en Ginebra (su padre es suizo), que cuenta con la doble nacionalidad y que pronto puso las orejas tiesas a los mejores clubes de Europa. Estando en el Servette, fue el City el que anduvo más rápido que ninguno para hacerse con sus servicios. Con solo 17 años, fue llamado ya con el equipo sub 23.
18 partidos sumó, además de cuatro con el sub 21, siete con el sub 19 y 21 con el sub 18. En ese tiempo, 24 goles: cinco en la última temporada. Algunos de ellos, con Brahim a su lado. Como en su estreno con el equipo sub 23, allá por agosto de 2017. Aquel día tardó diez minutos en poner la primera muesca en su revólver, compartiendo delantera con el malagueño. Ambos hicieron buenas migas, dentro y fuera del campo, e incluso sus familias mantienen una buena conexión. Dos chicos humildes llamados a comerse el mundo.
Otro malagueño de cuna, Iker Pozo (hermano de José Ángel Pozo, jugador del Rayo), engrosó el listado de futbolistas en buena parte de los partidos que el nuevo jugador del Málaga disputó en tierras inglesas. Una conexión que fue separándose, el fútbol es lo que tiene, pero siempre con la intención de crecer. Eso es justo lo que busca Lorenzo González, que tiene un hermano en el Everton, en un Málaga ávido de gol y tocado moralmente -al menos su afición- con la marcha sobre la hora del hombre llamado a liderar el ataque, Okazaki.
Hace unos meses, en una charla con Canarias 7, habló de su afinidad con David Silva y del aprendizaje constante que ha vivido con Pep Guardiola. "Es uno de los mejores entrenadores del mundo, tanto a nivel futbolístico como táctico. Aprendo mucho, sobre todo por los jugadores con los que entreno, que son buenísimos", explicó. Ahora, al joven ariete le toca poner de manifiesto todo lo adquirido en Inglaterra. Si llegan los goles, todo habrá merecido la pena.