Martín Merquelanz es actualmente un futbolista que juega sin mirar atrás. El pasado no existe para el talentoso atacante, uno de los miembros de la buena generación del 95 de la Real Sociedad en la que destacó junto a Odriozola, Jon Bautista o Luca Sangalli. Merquelanz, cedido en el Mirandés y verdugo del Málaga en el partido de ida, vive un gran momento de forma y es el máximo artillero del equipo en LaLiga SmartBank, con ocho dianas. Hoy sonríe, pero años atrás tuvo que recomponer su carrera tras romperse ambas rodillas.
La desgracia se cebó con alguien que estaba llamado a sustituir a Carlos Vela en el ataque donostiarra cuando el mexicano cambió San Sebastián por Los Ángeles. Pero Merquelanz, en Santander y jugando un partido con el filial de la Real, se rompió el ligamento cruzado anterior de su rodilla izquierda. Era diciembre de 2017 y comenzó una recuperación que le llevó a estar de vuelta para iniciar la temporada al curso siguiente con el primer equipo de la Real. Debutó en Primera en Ipurúa en la tercera jornada, era el primer partido oficial que disputaba tras su grave lesión... y se rompió la otra rodilla. Tremendo.
Una situación que recordó a la que en su momento vivió Ronaldo Nazario. En su etapa en el Inter sufrió la rotura del tendón rotuliano de la rodilla izquierda. A su vuelta, justo en el partido que supuso su retorno ante la Lazio, el brasileño se rompió el mismo tendón en su rodilla derecha. La imagen, ya icónica, de Ronaldo agarrándose entre sollozos la pierna dio la vuelta al mundo. Y si Ronaldo se recuperó, volviendo a ser uno de los mejores delanteros del mundo, Merquelanz también ha logrado sacar fuerzas y talento para salir a flote. Más le vale este domingo a la zaga del Málaga estar pendiente de él.