No ha habido alineación del Málaga más difícil de pronosticar que la que mañana dispondrá Sergio Pellicer ante el Huesca. El partido tiene un sinfín de condicionantes, que son similares para todos los equipos que vuelven a la competición, pero que se multiplican en el Málaga por todos los problemas que arrastra desde el principio de la temporada. 18 fichas, eso ya se sabía, aunque con lo que no se contaba era con los cinco lesionados que tiene el técnico castellonense. La norma de los siete profesionales se mantiene, pese a la solicitud del Málaga y la preocupación que deriva, y eso es un mal síntoma teniendo en cuenta que cuatro de los lesionados -Pacheco, Luis Hernández, Aarón y Benkhemassa- tienen ficha profesional.
Arriesgar con cuatro canteranos de inicio en el once resulta demasiado osado, por lo que en la mezcla estará la virtud para Pellicer. En portería estará Munir, eso está claro, mientras que en la línea defensiva dos hombres son seguros: Juankar y Lombán. Diego González apunta a titular junto al de Avilés por la lesión de Luis Hernández y hay un asterisco en el lateral derecho. Ismael Casas le había ganado la partida a Cifu antes del parón, pero está por ver si el '12' ha logrado darle la vuelta a la situación. Además, su ficha profesional puede servirle de mucho en esta competencia.
Por delante, en la sala de máquinas, Pellicer ha buscado durante los entrenamientos hacer congeniar a la dupla formada por Luis Muñoz y Keidi Bare. Si nada se tuerce, y al menos de partida, ambos saldrían de inicio en compañía del capitán Adrián. Una banda apunta a ser para Tete Morente, si bien cabe resaltar que superó unas leves molestias en los últimos días, mientras que la última plaza previa a la delantera se la disputan Juanpi, Hicham y Renato Santos teniendo en cuenta las molestias de Aarón. Arriba, para el gol, el pichichi Sadiku siempre con el permiso de un Buenacasa motivado que quiere ponerle las cosas difíciles al albanés en esta recta final.