Un vistazo al Rayo: una obligación, pocos cambios y mucha pólvora

En la calle del Payaso Fofó se enmarca el estadio de uno de los clubes españoles con una idiosincrasia más particular. El Rayo Vallecano, ese equipo del pueblo -permitan la expresión- a la sombra de los grandes de Madrid, es ahora un club que trata de renacer, de un tiempo a esta parte con un clima complejo en su entorno, con muchas obligaciones pero escaso de variaciones. Un claro ejemplo es que su gran cambio para la presente temporada llegó en el banquillo. El club y Paco Jémez separaron sus caminos, la relación del técnico con el presidente cayó en picado, y llegó Andoni Iraola con otro estilo menos arriesgado que el de su antecesor. A él se agarran en Vallecas para pelear por el ascenso.

Coqueteó el año pasado con el play off, pero no le dio, y en esta campaña vuelve a salir obligado por nombre e historia. De momento, suma dos triunfos y un sonado revolcón en Ponferrada, nada que sorprenda a estas alturas de las películas. Echando un vistazo a su plantilla destaca sobremanera que, además de los jugadores que regresan de cesión (Abdoulaye Ba o Lass Bangoura entre ellos, aunque de momento sin minutos), el club sólo ha realizado dos fichajes. Llegó Fran García de la cantera del Madrid para reforzar el carril zurdo y lo hizo Antoñín en las últimas horas para reflotar un ataque que, todo sea dicho, contaba ya con argumentos.

Luna, Saúl García, Juan Villar, Milic y Jorge de Frutos (todos eran cedidos) son historia para el Rayo, al igual que Tito y Roberto Santamaría. Ascendió el arquero Morro desde el filial, que de momento le está peleando de tú a tú a Dimitrievski, un internacional venido a menos. Igual le pasa a Advíncula, otrora jugador más rápido del planeta pero que sólo suma una titularidad en este campeonato. Por lo demás, cuenta con centrales solventes como Velázquez o Catena; un centro del campo con experiencia (Mario Suárez o Trejo) y juventud (Comesaña o Pozo) y variedad de soluciones en el ataque. Ahí aparecen Qasmi, un internacional sub 21 como Andrés Martín, Isi Palazón, Lass Bangoura los lesionados Bebé y Ulloa, Álvaro García y, ahora, Antoñín. De pólvora andan sobrados en Vallecas, un estadio que sólo mira hacia LaLiga Santander.