Está tan acostumbrado el Málaga a bailar sobre un cable y sin red que cualquier situación que mejore eso es lo más parecido a nadar en la abundancia. Pasó esta tarde en La Rosaleda, en un mal día de los blanquiazules ante Las Palmas, pero que dejó una circunstancia que tal vez pasó inadvertida. Resulta que el equipo blanquiazul sumó 23 minutos con 11 jugadores con licencia profesional sobre el terreno de juego. Habría que pasar hacia atrás muchas páginas del libro reciente del Málaga para toparse con algo similar, sobre todo después de unos últimos meses de penurias en los que los entrenadores tenían que hacer encajes de bolillos para no cometer alineación indebida.
En concreto, coincidieron 11 futbolistas profesionales entre el minuto 45 y el 68. En el descanso se había quedado en el banquillo Ismael Casas, único filial de un variado equipo inicial, que dejó su puesto a Calero. También Yanis, con tarjeta, a Jozabed. El once en cuestión con pleno de profesionales fue el formado por Dani Barrio, Calero, Josua, Juande, Matos, Luis Muñoz, Escassi, Cristian, Jairo, Jozabed y Caye Quintana. Once licencias que se mantuvieron con el cambio del 58: Josua por Chavarría. Diez minutos después, Jairo dejó su sitio a Larrubia, y un jugador con dorsal de la cantera volvió a estar sobre el campo.
Pese a esta anécdota no fue ni mucho menos el mejor partido de los blanquiazules, que no tuvieron claridad ni lucidez para generar ocasiones ante un equipo que jugó más de medio partido con diez hombres. Cabe añadir que jugaron todos los fichajes de campo aptos llegados este verano. Sólo se quedaron sin sudar el portero Juan Soriano (único que no ha debutado) y Orlando Sá, lesionado. Se estrenó como malaguista Josua Mejías y lo hicieron como titulares este curso Jairo y Luis Muñoz, portando este último el brazalete de capitán por primera vez.