Llega el Sporting a La Rosaleda con una filosofía de cantera parecida a la del Málaga ante la falta de recursos económicos. En El Molinón, han sido muy pocos los fichajes realizados en este pasado mercado invernal y se palian las carencias con jugadores del filial. Sin embargo, una de sus incorporaciones estuvo en la agenda del Málaga CF. Se trata de Saúl García, lateral izquierdo cántabro que recaló finalmente en el club rojiblanco en calidad de cedido por el Alavés.
El Málaga, ante la dificultad de encontrar laterales izquierdos fiables en el mercado, tenía un reducido grupo de jugadores que podrían entrar en sus ratios de acción. Los más complejos por sus salarios eran Franquesa, que se marchó cedido por el Villarreal al Girona; y Saúl García, con el que se produjeron negociaciones con mucha previsión. El jugador estaba por la labor de venir al Málaga, pero el Alavés no asumía la parte necesaria de su ficha para que se pudieran dar las condiciones.
Así, con la presión del tiempo en contra y tras contemplarse también alguna otra opción como Alberto López, actualmente sin equipo, el Málaga redujo la lista a dos candidatos: Lasure, del Zaragoza y que acabó finalmente cedido en el Leganés; y Matos, del Cádiz. Pesó la opinión de Pellicer para decantarse por el lateral utrerano, que está firmando un buen arranque de campeonato y que se ha integrado a la perfección en el nuevo vestuario blanquiazul. Dos semanas más tarde, Saúl salió del Alavés para recalar en el Sporting, rival esta noche en La Rosaleda.