La vuelta a los entrenamientos en el Real Madrid ya es un hecho, aunque el primer día ha sido bastante duro para muchos. Zinedine Zidane, que regresó al Real Madrid en su versión más áspera, parece que tiene bastantes reticencias por parte de varios jugadores.
Ni una sola sonrisa se pudo ver en el rostro de Sergio Ramos en su vuelta al trabajo tras un verano que ha sido para recordar al celebrar su boda con Pilar Rubio, aunque también para olvidar por la rueda de prensa que tuvo que hacer para desmentir que se iba a ir al fútbol chino.
Sin embargo, hay algo que ha gustado menos a Sergio Ramos y otros jugadores de la plantilla como son Isco Alarcón o Marco Asensio, y es la volatilidad del nuevo Zidane.
Esa volatilidad se ha podido comprobar con un caso que es sangrante para el vestuario, el de Keylor Navas.
El portero de Costa Rica ha pasado de ser un protegido por el entrenador francés (recordemos que rechazó el fichaje de Kepa Arrizabalaga y de David De Gea por él) a quererlo fuera.
De hecho, Keylor Navas no quiere salir como ya ha dicho en numerosas ocasiones, pero la decisión está tomada por parte de Zidane y además lo está haciendo de una manera muy cruel.
El entrenador francés le ha concedido el número 1 al meta tico, en lo que parecería un gesto que podría facilitar su continuidad.
Sin embargo, Zidane ya ha decidido que el segundo portero de la plantilla será Lunin y el tercero su hijo Luca Zidane, por lo que Keylor Navas no tiene hueco en el conjunto madridista.
El de Costa Rica sigue teniendo el apoyo de la plantilla, pero parece que Zidane comienza a perder la gracia de sus jugadores, estos cambios de opinión no gustan nada.