El sensacional rendimiento de Adama Traoré no ha pasado desapercibido para nadie. El jugador del Wolverhampton Wanderers ha explotado hasta convertirse en una de las sensaciones de la Premier League. Y no es para menos, viendo su nivel y su importancia en los esquemas de Nuno Espirito Santo. A sus 23 años, ha dejado atrás el cartel de promesa para convertirse en realidad.
Y es que a veces es necesario dar un paso atrás para dar dos adelante. Porque su buen hacer le llevó al Molineux Stadium, desde donde pagaron 20 millones de euros. Tras un primer curso de adaptación, en el que fue un revulsivo, en este se ha erigido en pieza clave y la estrella de los ‘Wolves’. Ahora mismo son séptimos, y uno de los favoritos a alzar la Europa League.
Y culpa de ello lo tiene Adama, con sus cinco dianas y siete pases de gol en todas las competiciones. En especial, pasarán al recuerdo sus exhibiciones ante el Manchester City en los dos partidos de liga. Fue el gran responsable de la victoria de los suyos, y dejó prendado a Pep Guardiola, que ha solicitado su llegada a la directiva. El precio de su traspaso, unos 60 ‘kilos’.
Llegaría para cubrir la baja de Leroy Sané, con pie y medio en el Bayern de Múnich.
El conjunto ‘skyblue’ pretende adelantarse, de esta manera, al Real Madrid en su fichaje. Porque Florentino Pérez ha tomado buena nota de la evolución de Traoré, que no descartó acabar en el Santiago Bernabéu, por más que se criara en el Barça.
Allí, el de L’Hospitalet fue quemando etapas, considerado una de las grandes joyas de La Masía. E incluso tuvo la oportunidad de debutar en el primer equipo de la mano de Luis Enrique. Algo que podría volver a hacer en la selección española.
Porque, aunque fue convocado por Robert Moreno, no llegó a debutar por una lesión.