El Real Valladolid se despidió del stage de pretemporada en Norteamérica con un nuevo empate (1-1) frente al Cardiff City en el Commonwealth Stadium de la localidad canadiense de Edmonton. Los 'bluebirds' se adelantaron en un fallo defensivo pucelano, pero estuvieron durante todo el duelo a merced de un conjunto blanquivioleta que no llevó al marcador su apabullante dominio.
Eran los galeses, mucho más rodados, los que empezaban mejor, maniatando al Pucela y no dejándole maniobrar. Una pérdida de Jorge de Frutos en el centro del campo originaba la primera ocasión del partido, despejada por un atento José Antonio Caro que estaba rápido al corte ante un solitario Omar Bogle.
Sin embargo, el equipo blanquivioleta iba ganando metros poco a poco, con Rubén Alcaraz al mando de la sala de operaciones. Waldo Rubio probaba suerte desde la frontal, pero el balón se marchaba ligeramente desviado por encima de la portería rival. El extremeño, de los más activos en los suyos, lo intentaba de nuevo sin suerte, al quedarse sin ángulo tras una pared con Sergi Guardiola.
En medio de la dureza británica en algunas acciones, el murciano empezaba a aparecer con asiduidad y tenía el gol en sus botas más tarde. Una buena conducción de Óscar Plano con centro posterior de Nacho Martínez, al que De Frutos no llegaba de cabeza por poco, le caía en el segundo palo a un desacertado Guardiola en el disparo final.
Los pucelanos cada vez disfrutaban de mayor posesión, pero no lograban concretar las escasas oportunidades que disponían. Al contrario. Iba a ser el conjunto azul el que se adelantara en el marcador al borde del tiempo de descanso. De Frutos no cerraba a Greg Cunningham, que, desde la banda izquierda, enviaba un preciso centro al área pequeña. Bogle, potente tanto en el salto como en el cabezazo, batía al recién ingresado Samu Pérez ante la nula oposición de la pareja formada por Kiko Olivas y Joaquín Fernández.
Sergio González utilizaba 10 jugadores de campo diferentes en el inicio de la segunda parte. Aún así, el panorama no cambiaba demasiado a pesar de la temprana y lejana intentona de Sandro Ramírez. El Real Valladolid tenía el dominio, pero le costaba crear peligro.
Así las cosas, el empate tenía que llegar a balón parado. Un móvil Pablo Hervías en su reaparición provocaba una falta botada por Míchel Herrero al área. La pelota, tras rebotar en Curtis Nelson, le caía a Fede Barba, que solo tenía que empujarla.
El Cardiff introducía entonces varios hombres de refresco, pero su falta de gasolina era evidente. Metidos en su campo aunque ordenados, los de Neil Warnock dejaban pasar el tiempo mientras el Pucela mareaba el esférico sin poder profundizar.
Una buena acción entre Toni Villa y Kike Pérez, que entraba al campo con ganas en el tramo final, la remataba desviada de volea David Mayoral, el último jugador en saltar al césped.
Cada ocasión blanquivioleta tenía como respuesta una fea entrada de los galeses, lo que dificultaba aún más la continuidad en el juego. No había tiempo para más.
El Real Valladolid ponía punto y final a la gira americana con el segundo empate en dos partidos. El equipo británico se apuntaba finalmente la victoria por 4-2 en la tanda de penaltis, después de que Joe Day detuviera los lanzamientos de Fernando Calero y Kike Pérez.
Jordi Masip hacía lo propio con el de Bogle, pero no lo conseguía ante Canningham, Joe Bennett, Will Vaulks y Josh Murphy. Los dos futbolistas blanquivioleta que sí anotaban sus penas máximas eran Mayoral y Chris Ramos.