La visita del RCD Espanyol al Nuevo Estadio José Zorrilla no es una final como tal. El Real Valladolid aún tiene un buen margen con la zona de descenso. Gracias a él, los tres últimos puestos no son un peligro actualmente y, por ello, el duelo no es definitivo para los intereses pucelanos a corto plazo.
No lo es para LaLiga Santander más inmediata, pero sí para el devenir que ésta pueda tomar y la dinámica en la que se pueda sumar el equipo de Sergio González de no conseguir la victoria en un duelo trascendental.
Con el dolor aún muy vivo de la derrota (2-1) en el Estadio Nuevo Los Cármenes, el Pucela recibe a un equipo que no es sólo el colista de la categoría. Los de Abelardo Fernández son un equipo que no debe ser mirado como el último clasificado.
En las últimas semanas y con los refuerzos del mes de enero, los pericos son un conjunto peligroso y con identidad. El resultado (2-2) de su último encuentro en el Estadio Ramón Sánchez-Pizjuán lo muestra y confirma la complejidad a la que deberá enfrentarse un Real Valladolid que debe demostrarse a sí mismo de lo que es capaz.
La victoria (0-1) en Mallorca no ha sido el punto de inflexión que el equipo esperaba y los de Sergio están obligados a asumir este partido como si fuese una final. No es definitivo, pero sí puede llegar a ser crucial. Una victoria conseguiría el golpe decisivo que no se firmó en Granada y que llevaría a los pucelanos a mirar a la zona de descenso con lejanía.
Perder no lo sería todo, pero casi. Una derrota acercaría a los catalanes en la clasificación y debilitaría la confianza de un grupo que vivirá este partido con los 18 jugadores disponibles.
Sin mayores descartes para Sergio que Hatem Ben Arfa y Matheus Fernandes, en proceso de adaptación, el once blanquivioleta tendrá pocos cambios con el del último duelo. Es decir, Sergio usará el once de gala de un equipo que sabe que tiene la opción de conseguir todo lo que busca y necesita o verse señalado para sufrir hasta el final de temporada.
Bajo el arbitraje de Eduardo Prieto Iglesias, el Real Valladolid y el Espanyol se ven en un duelo que, sobre el papel, no es determinante, pero que puede marcar un antes y un después en la temporada y en la dinámica de ambos, del Pucela y de un rival directo por el objetivo.
Enhorabuena lo habéis clavado con la foto del 21en su postura más natural, que bien estaría en la grada.