Dos golpes para tres puntos

Sin tiempo para calentar ni para calibrar estados. Así ha vuelto LaLiga Santander y el Real Valladolid. Los de Sergio González han regresado este sábado a la competición tras el parón de más de tres meses y lo han hecho con un partido determinante en el Estadio de Butarque. La importancia del duelo se sabía antes de viajar a Leganés y el Pucela lo ha resuelto con dos movimientos decisivos en momentos clave del encuentro. Dos golpes certeros para tres puntos determinantes.

Comenzar ganando un duelo tan importante como éste, uno de esos que marca "un antes y un después", como dijo Sergio, es capital y el Real Valladolid lo conseguía después de que Enes Ünal aprovechase un error del CD Leganés. En la batalla de errores que se espera en este tramo de la temporada, el que menos falle tendrá mucho ganado y los de Javier Aguierre lo hicieron muy pronto para poner el partido de cara a los intereses pucelanos.

Perdieron su margen de error en apenas 150 segundos y el encuentro tomaba un tinte muy favorable para los de Sergio González. Sin poder tener tiempo de mostrar su planteamiento, los blanquivioleta se vieron con el marcador a favor. La renta liberaba de exigencia a un Pucela que se amuralló en su terreno de juego. Dejando como guerrilleros libres para la presión a Enes Ünal y Sergi Guardiola, los visitantes vieron pasar la primera parte sin balón, es cierto, pero sin grandes ocasiones del rival.

Doble ventaja

Los pepineros se mostraban muy cómodos en los primeros metros de la construcción pero sin referencias en el área ni jugadores con liderazgo para el último pase, el partido transcurría y el descanso llegaba sin ver una buena versión pucelana pero sin conocer el peligro local.

Con la lección bien aprendida y con la exigencia en ambos bien marcada en los vestuarios, el guión de la segunda parte se repitió y el Real Valladolid dobló la ventaja en un momento crucial del partido. Con apenas nueve minutos tras la reanudación, el Pucela ganaba con holgura pero, sobre todo, con la sensación de que el rival estaba muy tocado anímicamente. El Leganés parecía haber tirado la toalla.

Un error muy caro

Los dos golpes del equipo de Sergio González habían sido muy certeros y el partido no exigía más de no ser que los cambios de Javier Aguirre agitaran en exceso el duelo. Como la fuerza del banquillo pepinero no fue muy alta, el duelo que transcurría sin grandes sobresaltos.

La novedad de los cinco cambios y la ilusión por ver a determinados jugadores, como Haten Ben Arfa y su hipotética nueva versión, alimentaron un partido que el Real Valladolid consiguió hacer muy plano y lento tras el segundo gol o que el CD Leganés no supo remover como debería hasta que un error de Mohammed Salisu avivó la esperanza del CD Leganés y generó un intenso y nervioso partido de algo más de 10 minutos.

Con el 1-2 en el marcador la incertidumbre se agolpaba en un Real Valladolid que sabía que no podía dejar escapar la victoria. Los tres puntos eran cruciales para sus intereses pero, sobre todo, para un mazazo casi definitivo a un rival directo.

Con sufrimiento, novedades, por nombres y esquema, incluso, el Pucela terminó sumando una victoria que necesitaba imperiosamente y que la definió con dos goles duros, determinantes y muy certeros. Con poco consiguió mucho. Muchísimo.