El Levante se lleva por delante la ilusión blanquivioleta

El Real Valladolid cayó derrotado en el Nuevo Estadio José Zorrilla ante el Levante UD (2-4) en los octavos de final de la Copa del Rey. Los blanquivioleta se adelantaron en el marcador en el minuto 13, pero el conjunto de Paco López reaccionó a ese tanto inicial remontando incluso antes del descanso con un tanto de Mickael Malsa en el minuto 45. La segunda parte estuvo llena de intensidad y goles, pero los visitantes consiguieron el pase a la siguiente ronda, finalmente, de manera más clarividente que contundente.

Gol y respuesta inmediata

El partido empezaba sin intensidad y sin brillo, como si se tratara de un amistoso. Pasaban los minutos y la vida seguía igual en el feudo pucelano... hasta que llegó la acción del primer gol. En el minuto 13, un pase filtrado de Kike Pérez a la espalda de Sergio Postigo dejaba solo a Toni Villa, que adelantaba a los suyos definiendo ante Dani Cárdenas. El tanto revolucionaba un encuentro que estaba siendo más soso de lo que se esperaba.

No tardaría en llegar la respuesta granota. Dos minutos después, una buena jugada colectiva de los de Paco López provocaba que el balón le cayera a un Malsa que, sin oposición, estrellaba el balón en la madera. El rechace le llegaba a Francisco Javier Hidalgo 'Son', pero Roberto Jiménez leía bien sus intenciones. Los granotas comenzaban a venirse arriba y el Pucela, sin hacer una gran actuación, seguía por delante en el marcador.

Los castellanos comenzaban a jugar con fuego y, finalmente, en el minuto 23 se quemaban. Enis Bardhi lanzaba una falta de manera magistral por debajo de la barrera y Roberto veía el balón como entraba a la portería sin poder hacer nada para evitarlo. Los levantinistas empataban un encuentro que ya daba síntomas de ser una eliminatoria de octavos de final de Copa.

Tras el gol del futbolista macedonio, los dos equipos lo intentaban sin fortuna. Por una parte, el Levante no acertaba en sus escasos ataques, ya que Roberto seguía de dulce. Y, por otra parte, el Real Valladolid lo intentaba con internadas de Toni Villa y disparos lejanos de Waldo Rubio que no encontraban puerta. Visto lo visto, el empate parecía lo más justo.

Nervios y goles

A falta de un minuto para el final de la primera mitad, llegaba la sorpresa en forma de regalo local. El canterano, Ignasi Vilarrasa, cedía el balón atrás, hacia su portero, pero, entre que el pase no iba con intensidad y que no había comunicación entre la defensa y Roberto, Malsa, el más listo de la clase, se adelantaba al '13' y confirmaba la remontada granota.

El técnico introducía un cambio para la segunda mitad. Rubén Alcaraz sustituía a Joaquín Fernández para dar descanso al almeriense. Aunque el peligro estaba más en el marcador que el que proponía el propio conjunto blanquivioleta, los de Paco López ponían la sentencia. En el minuto 59, una falta botada por Rubén Rochina, lo remataba Sergio Postigo y lo despejaba Roberto por enémisa vez en el encuentro. El rechace lo recogía un Coke Andújar que no perdonaba. El partido se ponía muy de cara para el Levante, que había logrado dar la vuelta al partido con ni más ni menos que tres goles.

Sergio reaccionaba con un triple cambio introduciendo a Fabián Orellana, Shon Weissman y a Sergi Guardiola con el objetivo de poder revertir la situación. Y los cambios surgían efecto, ya que el Pucela recortaba distancias de forma inmediata. El delantero israelí cabeceaba a la red un gran centro de Orellana en el minuto 64. Tras el 2-3, el Pucela asedía la portería de Cárdenas en busca del empate. Alcaraz lo intentaba en una falta al borde del área pero el portero levantinista despejaba gracias a una gran estirada. Los locales no conseguían el 3-3 a pesar de sus continuas intentonas.

El que no iba a fallar sería el conjunto visitante. El colegiado, Valentín Pizarro Gómez, tras consultarlo varios minutos con el VAR, pitaba penalti de Alcaraz a Postigo en el minuto 75. José Luis Morales no fallaba desde los once metros y ponía el 2-4 que iba a ser definitivo, ya que el Pucela, aunque lo seguía intentando, no llegaba a acortar unas distancias que podrían haber sido claves para intentar llevar el partido a una hipotética prórroga.