Es Noticia

Un mercado extrañamente movido para el Real Zaragoza

Daniel Marzo

El Real Zaragoza ha vuelto atrás en el tiempo. Desde que Lalo Arantegui tomara las riendas de la dirección deportiva del club aragonés, el mes de enero había sido un periodo tranquilo, apenas marcado por una o dos incorporaciones y salidas. Algo que se ha visto alterado en esta ocasión en el que los aragoneses se han movido con nervio a la hora de fichar, en busca de futbolistas que puedan ayudar a mantener viva la esperanza de alcanzar el objetivo del ascenso a LaLiga Santander.

En vista de las estrecheces económicas que atenazan al Real Zaragoza, la labor primordial de la dirección deportiva fue la de dar salidas a varios futbolistas a fin de ensanchar el margen salarial a la hora de las llegadas. Así, desfilaron con distinto rumbo hasta cinco futbolistas. Esperadas eran las salidas de jugadores como Bikoro o Pombo. El primero puso rumbo a la Segunda división B, concretamente al Badajoz; mientras que en el caso del canterano, sorprendió su marcha al líder y rival blanquillo, el Cádiz. Mismo destino se intuía para Papu, tras un notable partido en Tarragona se marchó también, en su caso, al Racing.

Inesperadas fueron las dos últimas salidas. Por una parte la de Daniel Lasure. El lateral canterano que apenas había contado en la primera mitad de la temporada y que, para buscar minutos, puso rumbo hacia el CD Tenerife. El último y más sorprendente, el caso de Simone Grippo, al que la llegada de un nuevo central relegaba a una difícil posición, por lo que prefirió salir y firmar por el Real Oviedo.

Cinco salidas y sólo tres llegadas

Una vez concretadas las primeras salidas era el momento de afrontar las llegadas. La prioridad era un delantero que pudiera ocupar el vacío de Raphael Dwamena. Aunque Javi Puado reforzara con buen resultado al equipo en lugar del ghanés, se quería un fichaje de características similares. Tras mucho buscar, finalmente se encontró en la figura del portugués André Pereira, procedente del Vitoria Guimaraes, en el que estaba cedido por el Oporto.

Si ardua fue la labor de encontrar un delantero, no lo fue menos conseguir un central. Después de descartar un buen número de opciones difícilmente alcanzables ante las necesidades de buena parte de los equipos de la categoría, hubo que buscar fuera. Finalmente llegó desde Italia, concretamente del Genoa, el central Jawad El Yamiq, cuya envergadura y potencia física está llamada a suponer el punto diferencial con el resto de centrales.

Ya en el último día de mercado se anunció Dani Torres, el hombre que quería Víctor Fernández para reforzar el centro del campo. Un viejo deseo del técnico agudizado por la lesión sufrida por Javi Ros en el partido frente al Numancia. Y con eso, ya sólo quedaba un movimiento, el del refuerzo ofensivo para la banda. Pese a los intentos realizados, finalmente no llegó nadie y se cerró así la plantilla que debe afrontar ahora la misión de llevar al Real Zaragoza de vuelta a LaLiga Santander.

Escribir comentario 0 comentarios
Deja una respuesta
Su comentario se ha enviado correctamente.
Su comentario no se ha podido enviar. Por favor, revise los campos.

Cancelar