Sin gol no hay paraíso
El Valencia CF volvió a empatar en casa. Suma ya 14 en LaLiga y parece alejarse de nuevo de la Champions. Fue un Valencia-Espanyol difícil de explicar que provocó que dos puntos volaran de Mestalla en un duelo en el que los de Marcelino lo hicieron todo bien menos marcar. Sin gol no hay victorias y sin gol no hay Champions. Dieciocho tiros, uno a puerta y uno al palo es el bagaje del equipo que, una vez más, sufrió el castigo de la falta de efectividad en Mestalla. Ante el Espanyol sólo faltó el gol. Ahí es nada, o ahí es todo.
De inicio Neto, a pesar de su dedo roto, forzó y Marcelino sorprendió apostando por Ferran Torres y Coquelin. Ellos fueron las dos grandes novedades en un once que salió a por todas desde el inicio. Los tres puntos no sólo son vitales, sino que eran innegociables. Y, por eso, la dupla Gameiro-Sobrino apretó desde bien pronto en pos del gol. El globo del francés y la pared del de Daimiel con Parejo fueron un aviso de cómo iba a transcurrir el encuentro.
Cheryshev, en un estado óptimo, ponía el picante por su banda. Un centro suyo acabó en un remate de espuela de Parejo que se fue fuera por bien poco. Ferran Torres hacía lo propio por la derecha, y el resultado es que el Valencia embotelló al Espanyol en su área.
Sin gol no hay victorias y sin gol no hay Champions. Dieciocho tiros, uno a puerta y uno al palo es el bagaje del equipo que, una vez más, sufrió el castigo de la falta de efectividad
En un pase filtrado del canterano, dejó sólo a Gameiro que estrelló el balón en el palo izquierdo de la meta de Diego López. Mestalla disfrutaba, pero el gol no llegaba ¿les suena? A Mestalla también y eso impacienta, por eso se oyeron unos tímidos pitidos poco antes de que ambos equipos enfilaran el túnel de vestuarios.
La segunda mitad comenzó calcada a la primera. Dos cabezazos inquietaron la meta españolista y levantaron al respetable de sus asientos pero no encontraron el premio del gol.
Marcelino, que no lo veía claro, cumplió lo prometido y sacó a Guedes por Rubén Sobrino. El luso, nada más salir, inició una jugada que acabó con un remate a bocajarro de Parejo que Diego López sacó en la línea. El rechace cayó a Wass que fue trabado en el área pequeña. El VAR lo revisó pero detectó antes un fuera de juego que la pena máxima y el 0-0 no se movió. Mestalla clamaba.
Poco después sería Coquelin el que dejara su puesto a Kondogbia pensando en la vuelta de la Europa League, en la que el de la República Centroafricana no podrá jugar por sanción. Mina, recuperado de su esguince de tobillo, fue el último cambio. Se marchó Ferran Torres.
El Valencia CF, entretanto, seguía a la suya, acumulando ocasiones pero sin éxito. El balón se paseaba por la línea o no encontraba rematador o la sacaba Rosales. Era desesperante. Guedes lo intentaba desde fuera del área, pero ni por esas. Cheryshev cojeaba y se marchó a la banda para ser atendido. El pisotón recibido dejaba al Valencia CF con uno menos unos instantes.
El empeño no cejaba, el colegiado prolongó cinco minutos más y el Espanyol se quedó con uno menos. Neto subió a rematar la última acción, pero el gol no llegó y el 0-0 condenó a los valencianistas. ¿Cómo explicar en casa que sacas un cinco cuando has hecho méritos para ganar? Difícil, pero así fue.