La afición del Celtic de Glasgow se dejó notar desde bien pronto en los aledaños de Mestalla. Por supuesto, el clímax llegó con la aparición en escena de sus jugadores. A los escoceses, que desde dos horas antes rodeaban ya el templo del Valencia CF, poco o nada les importó que su equipo arrastrara un 0-2 de la ida.
El sol español, la cerveza y los precios hicieron que, desde el miércoles, muchos de ellos estuvieran ya por la Comunidad Valenciana provocando y protagonizando todo tipo de incidentes y altercados. La mayoría, eso sí, han tintado de color verde las calles de Valencia sin generar más problemas.
Con la llegada del autobús del Celtic enloquecieron...
Pero también corearon la llegada del equipo local.
Aunque no se ha concretado una cifra oficial, las autoridades británicas estiman que hasta unos 10.000 hooligans se han podido desplazar hasta la ciudad del Turia, algunos en avión desde Escocia, ya que reservaron multitud de paquetes de viajes desde Glasgow, tanto en vuelos con destino al aeropuerto de Valencia como al de Alicante. Otros seguidores del club escocés han llegado desde la turística localidad alicantina de Benidorm en tren o en autobús. Precisamente en Benidorm este miércoles se incendió un bar del Rangers, el archienemigo deportivo del Celtic.
Para evitar males mayores, el Valencia CF decidió cerrar sus taquillas desde por la mañana. Hay que recordar que la previsión era que varios miles de seguidores escoceses acudieran al Valencia-Celtic sin entrada a pesar de las indicaciones de su propio consulado. Sólo 2500 tienen las entradas compradas y serán los que entraron por la zona delimitada al campo, donde durante el partido dieron una nueva lección de animación.
De hecho, ocuparon toda la zona visitante y cantaron desde que ocuparon sus localidades. Sin duda, un espectáculo verlos en acción