La esposa de Banega, Valeria Juan, compartió el vídeo en sus historias de Instagram y, posteriormente, ha sido difundido a través de las redes sociales por la cuenta de Radio Estadio, de Onda Cero, en plena polémica por la prohibición del ocio nocturno cuando se multiplican los brotes por todo el país.
🔺Nueva polémica rodea de nuevo a Ever Banega!!! #Radioestadio
Vídeo publicado en redes sociales donde aparece sin mascarilla en la discoteca Mya, en la que 12 trabajadores han dado positivo por Covid!! pic.twitter.com/JHeZZvriC5
— Radioestadio (@Radioestadio) July 25, 2020
En el caso de Banega, llueve sobre mojado
No es la primera vez que Banega se mete en un lío por las publicaciones de su mujer en las redes sociales, ya que ella fue la que compartió las fotografías de la polémica barbacoa que se celebró en casa del argentino antes de que se reanudara LaLiga, cuando Sevilla aún estaba en fase 2 y una reunión de ese tipo no estaba permitida por el gobierno. Banega, al igual que sus acompañantes, tuvieron que entrenarse al margen durante algunos días gasta descartar que hubieran sido infectados.
Banega y Fede, unidos en Valencia fuera y dentro del campo
En Valencia, sin embargo, se está acostumbrado a los escándalos extradeportivos de Banega. Aquí es dónde forjó una unión inseparable con Fede Cartabia y donde el argentino, protagonizó momentos que no se olvidan. Apenas recién aterrizado se filtró un vídeo en el que Éver Banega aparecía delante de una webcam masturbándose.
Con posterioridad, en el cumpleaños de Emery donde Banega volvió a protagonizar un escándalo. Unai quiso tener un gesto de unión con la plantilla y los reunió a todos para una cena. El actual jugador del Sevilla FC decidió continuar la fiesta hasta bien entrada la madrugada, no durmió en su casa y el club se enteró de sus actividades nocturnas.
Después un primo subió a Facebook una fotografía con el jugador vistiendo la camiseta del Real Madrid CF. En Valencia desarrolló una peligrosa afición a la comida basura y, concretamente, a las hamburguesas, que el club quiso solucionar. En primer lugar le obligaron a comer tres días a la semana en Paterna, pero, ante la insistencia en sus placeres alimenticios, el Valencia CF acabó llevándole la comida a casa.
En 2002, mientras repostaba gasolina con un pequeño fallo, se le olvidó poner el freno de mano. Su vehículo de alta gama comenzó a rodar sin piloto y el argentino tuvo una fatídica idea: intentó parar el coche con el pie. Resultado: fractura de tibia y peroné, siete meses de baja. Tiempo después, Banega volvió a ser protagonista al volante. Aficionado a los coches, se compró un Ferrari y, menos de 24 horas después de sacarlo del concesionario, se montó en él para ir a entrenar a Paterna. El humo comenzó a salir del motor y Éver salió corriendo del vehículo para pedir ayuda. Emergencias no pudo hacer nada y el Ferrari acabó calcinado.