Maradona, el eterno ídolo futbolístico, volvió a sobrevolar Mestalla dónde ya jugara con su querida Argentina, para ser homenajeado tras su triste y prematuro adiós. Lo hizo, eso sí, cogido de la mano de otro grande de nuestro fútbol, amado y santo y seña del valencianismo como Juan Sol. No en vano, ambos compartieron el respetuoso minuto de silencio que se guardó antes del comienzo del Valencia CF - Atlético de Madrid. La dedicatoria a Maradona era una indicación de LaLiga Santander pero en Valencia, amantes del buen fútbol y de los grandes mitos, se guardó gustoso y se compartió con el que previamente estaba acordado para Juan Cruz Sol. Y es que, en recuerdo del exjugador, exdelegado, exconsejero y embajador de la entidad, el Valencia CF había preparado una serie de homenajes. Como anécdota curiosa cabe señalar que Diego Simeone, excompañero de Maradona, se pasó el minuto aplaudiendo. En los videomarcadores se veía la efigie del argentino y después de Sol.
Para empezar, en el palco se depositó un ramo de flores y una camiseta con su nombre. Además, coincidiendo con el primer partido, el Valencia ya confirmó que se realizaría un pequeño homenaje para honrar la memoria de Juan Cruz Sol, Los actos de homenaje a Juan tuvieron como colofón la imposición, a título póstumo, de la Medalla de Oro y Brillantes del club de Mestalla en un acto que tuvo lugar en el estadio y al que acudieron los familiares de Sol. El acto se celebró muy cerca de la sala del estadio que lleva su nombre. Y es que, del mismo modo que Bernardo Españeta pasó a tener un espacio perenne en su memoria como el vestuario con su nombre o la puerta 12 del estadio valencianista, Sol tiene su sala en el palco VIP de Mestalla. Será el espacio para los encuentros institucionales con los representantes de otros equipos. Juan Cruz Sol era el mejor anfitrión para los rivales con los que compartía anécdotas y vivencias y qué mejor que esa sala sea bautizada con su nombre.