El proyecto del Valencia CF atraviesa un momento de dudas tras el partido ante el Rayo Vallecano. Las victorias parece que se atragantan y que faltan cosas por pulir en el juego, sobre todo, en la defensa. A la espera de lo que pueda suceder en el próximo mercado invernal, los primeros movimientos empiezan a darse en el resto de equipo y ya hay algunos viejos conocidos que salen a la palestra. Es el caso de Denis Suárez, el cual ha estado en la agenda del equipo blanquinegro en años anteriores y que podría estar viviendo sus últimas semanas como jugador del Celta de Vigo. El club, del que la familia Mouriño a través del Grupo GES es la máxima accionista, ha decidido que el canterano salga inmediatamente al mercado. No quieren que siga y el club está dispuesto a perder una importante cantidad de dinero para lograr su marcha.
El centrocampista español está señalado por Carlos Mouriño desde que lo acusó de estar del lado de su agencia de representación, Intermedia Sport Player, en el caso Bryan Bugarín. Así lo ha adelantado la Radio Galega, apuntando que el club aceptaría ofertas de cinco millones de euros. Una cantidad menor si se compara con los 12,9 millones más 3,1 en variables que pagó el Celta al Barcelona en el verano de 2019 cuando logró el regreso a Vigo del canterano.
En cuanto al Valencia CF, la llegada del español parece muy improbable. Denis Suárez cobra alrededor de 2,1 millones de euros netos por temporada, unos números inalcanzables para el club de Mestalla a día de hoy. Además, no parece del gusto del técnico alicantino, el cual está centrado en reforzar la defensa viendo la mala suerte de las lesiones y la acumulación de tarjetas.
En una entrevista con el periodista Miguel Quintana en su canal de YouTube, el propio futbolista confirmó que la opción de recalar en el club de la capital del Turia fue real. "Marcelino estuvo en contacto conmigo y Mateu también". De hecho, el jugador del Celta habló de cómo el técnico asturiano lo fue moldeando en el campo cuando estuvieron juntos en Villarreal, diciendo que lo estuvo probando en ambas bandas hasta que dio con la tecla. "Con Marcelino empecé jugando en banda izquierda, donde tenía un perfil más encarador y finalizador. Luego me llevó a la banda derecha porque desde ahí le daba más juego al equipo y más último pase". En cierto modo, un poco le que ocurrió con Carlos Soler.