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El viaje de Pablo Longoria, la necesidad de fichar y la pegada

Longoria ha viajado a sudamérica para buscar jóvenes talentos. (Foto: David González)
El periodista no es noticia

El viaje de Pablo Longoria a sudamérica está dando para mucho. Bien está que el director del área técnica del club salga de Paterna de vez en cuando y vea in situ  a los jóvenes talentos que puedan reforzar al club. Fichar un lateral derecho para el primer equipo, e incluso para el filial tras una nueva lesión de Marc Ferris, debe ser una prioridad cuando se abra el mercado, aunque a corto plazo no solventará la falta de buenos resultados en este comienzo de Liga. El Valencia tiene mejor plantilla que el año pasado, pero peor equipo y menos pegada y, por ahí, se desangra. Dicho esto, ocho meses han pasado desde la llegada de Longoria a Valencia, tiempo más que suficiente para analizar su figura.

Longoria aterrizó en Valencia con tres funciones principales (extraídas del comunicado oficial del club):  

1) Amplio seguimiento de los mercados nacional e internacional, con especial atención a los jóvenes talentos, sobre todo locales. Entiendo que para eso se ha decidido a ir a sudamérica

2) Optimizar el proceso de llegada de los mejores jugadores a la Academia para su ascenso al primer equipo. Ricardo Campos es su apuesta más sonada, llega cedido. El otro fichaje para el filial, Fernando Román, no lo incluyo en este apartado porque tiene 25 años. Las otras estrellas que suben -Ferran, Escobar, Guillamón, los Álex (Blanco y Centelles) y compañía- ya estaban en el club y sólo queda cuidarlas

3) Identificar y fichar las mejores oportunidades de mercado, en un contexto de evolución alcista. Hasta la fecha parece que dos son los jugadores que se le imputan como claras apuestas suyas: Mouctar Diakhaby, un central que costó 15 millones de euros -el tercero más caro de la historia del club- y al que Marcelino empezó dándole galones pero al que la recuperación de Garay le cierra las puertas del equipo. Dicen del francés que es una oportunidad de mercado y que va para estrella. Su juventud, desde luego, es un aval. El otro gran jugador con el que se relaciona a Longoria es Uros Racic, que no sé si vino para el primer equipo, pero al que la realidad le hace casa semana a jugar en el filial aunque el Valencia se gastara 2.1 millones de euros en él. 

No analizo más operaciones de mercado porque desconozco cuál fue el grado de implicación de Longoria en las mismas -doy por hecho que daría el visto bueno en los Batshuayi, Guedes y compañía-, y porque, por fortuna para los intereses del Valencia CF, todas acaban o confluyen en el jefe de Longoria: Mateo Alemany, que al final, y con permiso de Lim y Murthy, es el que corta el bacalao de verdad en el Valencia. En esta ecuación, y ahí lo dejo, me falta saber qué papel jugará en el futuro Sean Bai. Hoy es el jefe de gabinete de Anil Murthy, pero el presidente también llegó de 'tapadillo' y mira. Feliz semana.

David Torres

Delegado de ElDesmarque Valencia

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