No hay ninguna duda a la hora de decir que Operación Triunfo es uno de los programas con mayor éxito en la televisión de nuestro país en los últimos años. Las primera ediciones del formato, sobretodo la primera, supusieron un ‘boom’ en la industria de la música.
De ella han salieron artistas mundialmente conocidos hoy en día como David Bisbal o David Bustamante. A partir de ahí la cosa fue a menos hasta que hace poco más de un año arrancó el formato de nuevo y, como era de esperar, lo petó.
Y mucho. Un giro al formato, con las redes sociales muy presentes y un elenco de concursantes que conectaron con el público (algo que no siempre había sucedido) fueron las claves para que OT 2017 fuera una de las mejores ediciones.
Amaia, Alfred, Aitana, Ana Guerra, Cepeda…todos consiguieron que España entera estuviera pendiente del televisor durante muchas semanas. El problema empezó, como siempre, cuando la academia echó el cierre.
El tabú de Amaia
Y es que ahora, una vez más, existen dos realidades paralelas. Por una lado, los que están triunfando como Aitana, Ana Guerra o Alfred y, por otro, los que están casi en el olvido. Y uno de ellos no es otra que Amaia, la gran ganadora.
No eran pocos los que apuntaban que iba a ser ella la gran triunfadora fuera de los platós. Estaban equivocados. Mientras Aitana y Ana Guerra no paran de conseguir triunfos, Amaia está ‘desaparecida’.
Mientras su disco aún está en proceso (y cuentan que va para largo) su único tema tras OT ha sido Un nuevo lugar, un single de apenas un minuto y medio que ha pasado muy desapercibido. Un buen palo.
El ‘boom Amaia’ que muchos presuponían no ha llegado. Todo lo contrario. La navarra tiene cada vez menos impacto mediático y cuando su nombre aparece lo hace más por sus líos (la ruptura con Alfred, su ausencia en la gala de OT para Eurovisión) que por otro cosa. Un tema tabú entre los triunfitos que no parece que vaya a tener un cambio de rumbo en breve.