13 partidos se perdió Carlos Suárez desde que se produjera una rotura de fibras en el gemelo derecho a mediados de diciembre frente al Fiat Turín. Casi dos meses donde se jugaron importantes partidos en la Liga Endesa (Baskonia, Barcelona y Real Madrid) y el Top 16 de la Eurocup de forma íntegra. Lo echó de menos el Unicaja, que pudo sobrevivir a su ausencia. Más compleja al juntarse con la de Alberto Díaz, al que aún le queda algo más, conformando ambos el armazón defensivo del equipo. El capitán encara la recta final de su recuperación, la semana que viene debe empezar a entrenar con el grupo, con vistas a la Copa del Rey, donde aún no está asegurada su presencia.
Hay cierta incertidumbre con su regreso al parqué porque el proceso de restablecimiento no fue sencillo. Hubo una recaída cuando el madrileño se aproximaba a salir del túnel. "Ya no me atrevo, porque muchas veces quieres forzar la máquina, por esa ambición que lo quieres lo antes posible. Y cuando recayó me sentí culpable, de querer forzar y meter presión. Ahora me lo voy a tomar con más filosofía y calma", decía Casimiro cuestionado por una posible vuelta hace unas semanas. La cautela en el conjunto cajistas tras el paso atrás es máxima.
Suárez está viviendo con positividad, así lo muestra en sus redes sociales, esta puesta a punto. Aunque no trabaja con fechas concretas, la Copa del Rey sí es un punto marcado en rojo. Sería una sorpresa que volviese esta semana ante el Baxi Manresa en el Carpena, por lo que llegaría justo para la cita capitalina. La presencia del '43' representaría un impulso anímico para el grupo, más allá de su aportación. Está por testar el nivel del capitán tras el tiempo que estuvo fuera, siendo lógico que le falte ritmo de competición.
Se trata de una decisión que aún no está tomada. Hay un factor importante y es que tras el torneo copero hay un parón de dos semanas, hasta el tres de marzo no regresaría la ACB con el partido frente al Baskonia. La semana siguiente se jugaría la eliminatoria del Top 8 con el Alba de Berlín. La relevancia que coge el calendario puede decantar la balanza hacia un regreso más tardío, justo para esos partidos. En las ventanas FIBA no entrenaría con el grupo, el Unicaja cederá a las selecciones a más de media plantilla, pero sí tendrá más tiempo para una puesta a punto más completa. Las sensaciones físicas del protagonista marcarán de forma determinante cuando volverá a estar disponible para Luis Casimiro. Pulgada a pulgada, no se quieren correr riesgos.