Si pasan por la zona de La Rosaleda y el Málaga está entrenando, lo adivinarán rápido. No se asusten si escuchan música a todo trapo, todavía no es día de partido. Para ello aún falta. De momento los que trabajan de forma individual son los jugadores y lo hacen de forma muy diferente a la habitual. No sólo por la separación entre compañeros, las mascarillas, los guantes o el tipo de ejercicios. También porque lo hacen con música escuchándose por la megafonía. Una decisión avalada por Pellicer y su cuerpo técnico para que los futbolistas puedan sobrellevar mejor la peculiar tesitura de entrenar siempre casi en soledad.
Reggaeton, música disco, electrónica, algo del trap del momento o rock para animar las cortas sesiones de trabajo -cada jugador pasa alrededor de 45 minutos sobre el terreno de juego-. Si bien la plantilla estaba acostumbrada a la música tanto en el vestuario como en el gimnasio, ahora han podido llevarla al verde de La Rosaleda o del Anexo. "Esto es un detalle más. Nosotros estamos acostumbrados a estar en el gimnasio con música y que la pongan en la megafonía nos motiva para seguir entrenando más fuerte, con mas alegría", señaló Aarón.
Entrenamientos al son de la música, como puedes ver -o más bien escuchar- tanto en el vídeo superior como en el inferior. Una imagen curiosa, la de Sergio Pellicer o Enrique Ruiz dando órdenes a sus pupilos mientras Bad Bunny u Omar Montes aderezan la sesión con sus letras y ritmos. Es la nueva vida del futbolista, alejada de la realidad tal y como la conocía pero con un mismo objetivo: el de ponerse a tono para encarar de la mejor forma posible los partidos que asoman en el horizonte. Málaga aún no ha tenido la suerte de pasar a la fase 1 de la desescalada, pero la discoteca de Martiricos ya pone los temazos de moda.