La dolorosa derrota del Real Valladolid ante el CD Tenerife hizo saltar todas las alarmas en el entorno del equipo blanquivioleta. Los pitos recibidos el pasado domingo en el Nuevo Estadio José Zorilla son una buena prueba de ello. Pero, aún queda un ápice de esperanza e ilusión para los aficionados: Gonzalo Plata.
El ecuatoriano ya es una sensación en Valladolid. Su estilo de juego vistoso, atractivo, atrevido, vertical y desenfadado ilusiona sobremanera a una afición que necesita de alguna alegría para continuar animando a su equipo.
El Real Valladolid necesita variantes, nuevas posibilidades para sacar adelante una temporada que ha sufrido un giro demasiado pronto. Y Gonzalo Plata es la viva representación de ello en un equipo falto de ideas y creatividad en ataque, que ha visto que no se puede ganar a base de centros.
La entrada del ecuatoriano en el once podría dar una nueva dimensión a un equipo que no está encarando en ataque. Plata aportaría una solvencia en el uno contro uno que podría revolucionar defensas y partidos, y romper la monotonía del ataque vallisoletano.
La apuesta de Pacheta para revolucionar los partidos desde el banquillo estaba siendo Hugo Vallejo, pero el jugador ha caído lesionado de gravedad. Con un Óscar Plano desaparecido, el sustituto lógico parece un Plata que está esperando su oportunidad de debutar.
Desbordes hacia el centro del área, regates impresionantes y desequilibrio constante. No hay un aficionado del Real Valladolid que no sepa lo que Gonzalo Plata puede aportar. Solo queda esperar a que Pacheta se decida a darle su primera oportunidad.