En la previa al duelo, José Rojo, Pacheta, entrenador del Real Valladolid, se mostró ilusionado, pero, ante todo, convencido. El burgalés confirmó que el proceso de trabajo y evolución del equipo era el idóneo y, por ello, afrontó la visita del Málaga CF al Nuevo Estadio José Zorrilla esperanzado de ver la mejor versión de su Pucela en todos los aspectos posibles.
La novena jornada de LaLiga SmartBank era una inmejorable oportunidad para dejar atrás definitivamente la racha de tres partidos consecutivos perdidos. Esa dinámica aún colea en el mundo blanquivioleta y se mantendrá hasta que el Pucela consiga una de varias victorias seguidas.
Por muy buenas sensaciones que los pucelanos acumulen, lo vivido en el Estadio de El Plantío, en el Estadio de Montilivi y ante el Club Deportivo Tenerife sigue marcando a un equipo que, en esta ocasión, lo puso todo sobre el terreno de juego. Consiguiendo sobreponerse al tanto inicial del rival, le faltaron ideas y consistencia para firmar la remontada.
Sin acierto, los triunfos se resisten y el Real Valladolid sufre mucho. Por el momento y en esta novena jornada, demasiado. Pese a dominar el juego y el balón, el equipo concedió ocasiones porque debe generar mucho para demostrar en hechos todo lo que consigue hacer bien. La fase de evolución sigue presente en Zorrilla y sigue quitando puntos a los pucelanos.
El Real Valladolid sabía de la oportunidad que tenía sobre la mesa en esta novena jornada y, por ello, la propuesta tenía tintes de protagonismo. Las primeras impresiones del equipo de Pacheta eran de querer ser el dominador del juego y del esférico. Los pucelanos querían imponer su estilo y, en una primera parte sin grandes ocasiones, conseguían ser los protagonistas de la fase inicial.
Las primeras impresiones eran locales, pero el paso del partido sentaba bien al Málaga. Los de José Alberto López se encontraban cómodos en el césped del Estadio José Zorrilla y sumándole un regalo de Jawad El Yamiq, tomaron ventaja en el marcador. Una acción totalmente evitable del central marroquí daba ventaja al Málaga CF y hacía que los pucelanos tuvieran que responder nuevamente a un partido.
Con desventaja en el marcador tras los primeros 45 minutos, el Pucela debía mostrar su mejor versión y el mayor dominio posible en la segunda parte para dar la vuelta al marcador y multiplicar las buenas sensaciones de los dos últimos partidos.
Sin ser una nefasta propuesta vallisoletana, la primera parte no dejaba la mejor imagen blanquivioleta y el equipo tenía que remar para cambiar la dinámica del partido. El Real Valladolid debía exigir al Málaga y los pucelanos lo hacían desde los primeros instantes. Lanzando el primer saque de esquina a los pocos segundos de la reanudación, el encuentro tomaba otro tinte que, rápidamente, Óscar Plano confirmaba.
El primer tanto del '10' pucelano en la temporada devolvía las tablas al marcador y ofrecía un nuevo partido en el que el Real Valladolid dominaba, sí, pero que nunca controlaba y en el que el Málaga CF estaba ciertamente cómodo y sin excesivos sobresaltos.
Los pucelanos dominaban la posesión como no hacían en la primera parte, pero de una forma, quizás, acelerada. Sin control ni pausa, el duelo pasaba y el Pucela seguía en campo rival, pero sin acierto de cara a la portería de Dani Martín. El portero visitante participaba en determinadas acciones, pero sin la exigencia y el acierto que el Real Valladolid debe pedir al portero rival.
Los pucelanos lo intentaban hasta el último segundo. Vivían en campo rival e, incluso, en el área malagueña, pero no tenían el acierto ni las ideas para dar la vuelta al marcador y conseguir ese segundo gol que hubiera llevado al equipo a la cuarta victoria de la temporada.
Sin acierto, por el momento, el Real Valladolid se quedó sin victoria y sin poder asegurar que lo ofrecido es suficiente para sus actuales objetivos. En otro momento y en otra fase, el acierto será mayor, pero, por el momento, es una condena para una buena versión del equipo de Pacheta.
Un árbitro innecesariamente protagonista, además de malo, muy malo , por muy segunda que sea ... Un pacheta, que cuando mejor está el partido, el equipo enchufado con la grada , mata el partido con dos cambios que recuerdan al peor Sergio....a sujetar un punto contra un Málaga mediocre, marrullero y muy lejos de lo que recordaba. Partido malo ....a pesar del golazo de plano, golazo por como se traza la jugada, esperemos que Plano, no afloje....