Ligas aplazadas y partidos a puerta cerrada son un gran compendio de lo que está dejando el capítulo del coronavirus. Lo cierto es que esta nueva coyuntura está dejando en el mundo del fútbol escenarios insólitos que no se vivían desde hace tiempo. Así pues, El Valencia CF-Atalanta pasará a la historia no solo por definir a un cuartofinalista de la Champions, sino por ser el primer encuentro en el que el campo de Mestalla no se abriría por motivos extradeportivos en catorce años.
El duelo entre el Valencia CF y el Atalanta del pasado 10 de marzo se disputó a puerta cerrada en Mestalla por culpa del coronavirus. La decisión la tomó el Consejo Superior de Deportes tras reunirse con el Ministerio de Sanidad y la Federación Española. No obstante, esta no es la única ocasión en la que el conjunto de Mestalla se ha visto imbuido en una situación similar.
El 24 de junio de 1995, el Deportivo de la Coruña y el Valencia CF medían sus fuerzas para luchar por la Copa del Rey en el Santiago Bernabéu. Fue un partido insólito ya que su duración no fue de 90 minutos, ni siquiera de 120, sino de tres días debido a las inclemencias climatológicas que obligaron a posponer los últimos once minutos del encuentro a otro día.
Los coruñeses fueron mejores que los valencianistas en la primera mitad, fruto de ellos llegaron al descanso liderando en el marcador gracias a un tanto obra de Manjarín. En la reanudación, la intensa lluvia no dio tregua al fútbol y convirtió el césped en una piscina impracticable, aún así el partido siguió y los valencianistas apelaron a la épica para igualar la contienda por medio de Mijatovic de falta. Todo parecía abocado a la prórroga, sin embargo, la lluvia pasó a ser granizo y la integridad física de los futbolistas comenzó a peligrar por lo que el colegiado García Aranda decidió suspender lo que restaba de choque, once minutos.
Tres días más tarde se disputaron esos once minutos que siempre quedarán grabados a fuego en el imaginario colectivo de los valencianistas ya que los 30.000 aficionados blanquinegros no dudaron en regresar a Madrid con la esperanza de poder disputar la prórroga y levantar el título, sin embargo, lo que realmente ocurrió fue el peor de los desenlaces. El Deportivo de la Coruña marcó en el primer minuto de juego. Con el gol de Alfredo, las ilusiones y esperanzas valencianistas se esfumaron por la vía rápida. Sin duda, aquel permanecerá en el recuerdo como uno de los más dolorosos.
Por parte del Valencia CF, aquella final la disputaron: Zubizarreta, Camarasa, Giner, Poyatos, Mendieta, Mazinho, Fernando Gómez, Mijatovic, Penev, Jaun Carlos Rodríguez y Roberto Fernández.
Cuando uno piensa en un encuentro a puerta cerrada en Mestalla se viene a la cabeza el último precedente de infausto recuerdo vivido también en el templo valencianista. Fue en 2006, en Copa del Rey, y un monedazo truncó las opciones del conjunto valencianista que se quedó a las puertas de semifinales.
En la ida el Valencia CF había caído en Riazor por 1-0 gracias al gol de Sergio. Una semana después ambos conjuntos volvían a verse las caras. Era el 25 de enero y, en el minuto 44 del partido de vuelta de los cuartos de final de la Copa del Rey que enfrentaba, en Mestalla, al Valencia y el Deportivo de La Coruña, segundos después de que el valencianista David Villa lograse el tanto que igualaba la eliminatoria, una moneda arrojada desde la grada impactó en el asistente Vicente Egido Rozas y le hizo una herida en la frente, que motivó que el árbitro Carlos Megía Dávila suspendiese el encuentro.
Competición consideró como "hechos graves" el lanzamiento de una moneda que impactó en el juez de línea, pero no "muy graves", por lo que no cerró el estadio pero sí le impuso al club la máxima multa estipulada, 6000 euros.
El Valencia CF ganaba gracias a un buen gol de David Villa, pero en la reanudación, ya a puerta cerrada, un tanto de penalti de Víctor en el 69 truncaba las esperanzas valencianistas.
Paradójicamente el Deportivo había mostrado públicamente su propósito de recurrir al Comité de Disciplina Deportiva la decisión del Comité de Competición de jugar a puerta cerrada ya que se sentía perjudicado, pero no fue así. El 1-1 les clasificó.
Tres días después la suerte quiso que el Deportivo y el Valencia CF se emparejaran de nuevo en LaLiga. El Valencia se vengó ante el Deportivo de su eliminación en la Copa del Rey, con un gran gol desde 50 metros de David Villa, que le dio la victoria en el estadio de Riazor (1-0).
La afición, que tenía prohibida la entrada, animó desde fuera.
Pocas veces Mestalla no ha dado el servicio que el Valencia CF solicitaba y casi siempre por causa de fuerza mayor. La más llamativa ocurrió hace casi 63 años. Fue por culpa de la riada del 57, que obligó a tener el estadio cerrado varios meses (Desde octubre a diciembre). Deportivamente claro que se notó y el equipo protagonizó uno de los peores arranques de su historia. En aquella temporada 1957-1958 de la riada ya que el el club de la capital del Turia no logró la victoria hasta la jornada 11, un ocho de diciembre. Pero esa temporada se dio una circunstancia excepcional ya que la ciudad del Turia quedó arrasada por la riada.
El 18 de julio de 1936, en plena pretemporada, estalló la Guerra Civil Española y con ella, se produjo la desaparición paulatina de la actividad futbolística en España. El calendario de la Liga 1936-1937 estaba preparado, a falta de fechas. Se conocían todos los enfrentamientos de los clubes. Sin embargo, aquella liga no se llegó a disputar, pues quedó suspendida por los efectos de la guerra.
No obstante, inicialmente, la actividad futbolística no decayó en Valencia, pues el equipo disputó algunos partidos de pretemporada. El 22 de agosto, el Valencia jugó su primer partido durante la guerra contra el Levante en Mestalla (2-3) . El 28 de agosto, derrotó al Gimnàstic en su feudo (1-2) y el 6 de septiembre, repitió victoria ente el mismo rival (5-1) en Mestalla. El último partido amistoso de pretemporada lo jugó el 28 de septiembre ante la SC Ruzafa, consiguiendo una abultada victoria por 6-2.
La guerra seguía causando estragos en muchas zonas del país, y los campeonatos en varias zonas habían sido suspendidos. Sin embargo, la ciudad de Valencia gozó del fútbol durante esos años gracias a los campeonatos regionales, unos campeonatos en los que algunos clubes madrileños quisieron participar, pero no pudieron viendo así suprimida su actividad deportiva.
El 4 de octubre de 1936, el mismo día que comenzó el Campeonato Superregional valenciano, la Federación Española de Fútbol, a través de su secretario general, Ricardo Cabot, había comunicado oficialmente la suspensión de los Campeonatos Nacionales de Liga y Copa de España.
Así pues, el Valencia llegó a jugar el Campeonato Superregional donde se proclamó campeón con 13 puntos. En este campeonato jugaron seis equipos: Valencia, Hércules, Murcia, Levante, Gimnástico y Cartagena, aunque no todos los equipos pudieron jugar todos los partidos. En este campeonato el Valencia jugó nueve encuentros, de los que ganó 6, empató 1 y perdió 2. Consiguió 28 goles a favor y 15 en contra.
Una vez finalizado el Campeonato Superregional, que concluyó poco antes de las Navidades de 1936, el Valencia y el Barcelona disputaron dos partidos amistosos, con los que se inició deportivamente el año 1937. El primer partido se disputó el 3 de enero en Les Corts, y los catalanes se impusieron por 5-3 en un encuentro marcado por la lesión de Iturraspe y la expulsión de Bertolí. Una semana más tarde volvieron a enfrentarse ambos equipos en Mestalla, con nueva victoria azulgrana por 2-3.
Ese año directivos y autoridades locales cerraron el acuerdo para organizar una Liga Mediterránea de fútbol, en la que se enfrentaron equipos valencianos y catalanes. El campeón de esta Liga fue el Barcelona, y el Valencia se clasificó en cuarto lugar. Los cuatro primeros clasificados obtuvieron el pasaporte para jugar la Copa de la República, pero el Barcelona no participó al salir de gira por América, por lo que participó el Levante, que derrotaría al Valencia en la final. Los partidos se jugaron entre junio y julio de 1937.
Una vez finalizadas las competiciones reseñadas, se reanudaron los partidos amistosos de tipo benéfico, en los que el Valencia se enfrentó a diversos equipos de la región. A pesar de que la guerra se iba extendiendo hacia la zona de Levante, el 17 de octubre de 1937 arrancó una nueva edición del Campeonato Regional valenciano, que resultó caótica. De hecho, el torneo finalizó el 1 de diciembre, quedando por jugarse cuatro partidos. Los equipos participantes fueron Valencia, Levante, Gimnàstic y Sueca.
A la finalización de este campeonato estaba previsto el comienzo de la segunda Liga del Mediterráneo. Sin embargo, el frente republicano quedó cortado el 15 de abril de 1938, al llegar las tropas nacionales a Vinaroz. En consecuencia, desde mediados de 1938, en Valencia únicamente se celebraron algunos encuentros amistosos de forma esporádica, que muchas veces se suspendían antes de finalizar debido a los bombardeos que caían sobre la ciudad. De este modo, la actividad futbolística fue desapareciendo paulatinamente hasta ser inexistente.
Presidente: José Rodríguez Tortajada
Entrenador: Andrés Balsa
Porteros: Antolín, Cano
Defensas: Alepuz, Juan Ramón, Melenchón
Medios: Bertolí, Blasco, Iturraspe, Lelé, Tonín Conde, Villagrá
Delanteros: Amadeo, Arín, Doménech, Ferrando, Ferrer, Goiburu, Martínez Catalá, Richart, Vilanova.
En el año 2011 una huelga de jugadores paralizó de nuevo la competición. El motivo principal que generó el conflicto entre la asamblea de la Liga de Fútbol Profesional (LFP) y la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE) fue la ampliación del fondo salarial que garantizase el pago de las deudas a los jugadores afectados por los impagos. El anterior fondo salarial era insuficiente, ya que era de 40 millones y la deuda había subido hasta los 50 millones. Además, los afectados eran ya cerca de 200 futbolistas.