Carlos Sainz se encuentra inmerso en su nueva etapa en Ferrari. Tras la salida de Sebastian Vettel, en Maranello pensaron en el piloto español para acompañar a Charles Leclerc.
Sainz, por su parte, siempre sea mostrado muy satisfecho de haber dado este paso adelante. No obstante, no es un ‘paso adelante’ propiamente dicho.
Tal y como recogíamos recientemente en ElDesmarque, han surgido continuos rumores que apuntaban a que Carlos nunca fue una opción firme en la escudería italiana. Y que tenían otras preferencias. De hecho, se ha comentado que si en Ferrari llegan a saber que Lewis Hamilton estaba sin equipo a estas alturas, no habrían fichado a Sainz esperando acometer la contratación del británico. Incluso se dice que hubo conversaciones con el heptacampeón.
Si darían marcha atrás en caso de que pudieran, nunca se sabrá. Lo que sí se puede confirmar es que Sainz no es un hombre de peso en Ferrari. El español ha llegado a Maranello claramente como el segundo de Charles Leclerc.
El monegasco es la estrella. El que marcará las directrices. Ferrari apuesta por él. Mientras que Sainz estará a su sombra. Será el que cubra las espaldas a Leclerc en los Grandes Premios. El que esté al servicio del líder del equipo.
Un papel que, de momento, Sainz aceptará. Y no hay duda de que dará el máximo por el equipo del Cavallino Rampante. Pero si se abre la posibilidad en un futuro próximo de fichar por otro equipo (a Mercedes o a Alpine F1 como relevo de Hamilton o Alonso) en el que pueda ser el primer piloto, no se quedará a ser el mamporrero de Leclerc. Hará las maletas sin dudar.