El Real Valladolid comenzó este jueves los entrenamientos de una pretemporada atípica que aún debe guiar para muchos cambios en el seno del equipo blanquivioleta y de LaLiga Santander. Faltando por decidir, por ejemplo, uno de los integrantes del campeonato, el Pucela se centra en sus objetivos y, principalmente, en una programación muy exigente.
Si bien es cierto que las vacaciones de los jugadores han sido mínimas y que su estado de forma no habrá descendido mucho en estas semanas tras la victoria (2-0) ante el Real Betis, los blanquivioleta viven una exigente pretemporada que deben afrontar sin prisa, pero, tampoco, con pausa.
Necesitando aclimatar a los tres jugadores nuevos, sin bien hay que esperar a que Bruno González se pueda incorporar a los entrenamientos tras su positivo por coronavirus, y esperando cerrar varias salidas, los de Sergio González cierran este domingo su primera semana de entrenamientos, esa toma de contacto que demuestra lo atípica que va a ser esta preparación.
Con entrenamientos individuales en las primeras sesiones, el avance de la semana está arrojando realidad a los jugadores del Pucela. De la misma forma que el inicio de semana no ha sido igual que el final, incluyendo doble sesión este domingo, esta primera 'etapa' nada tendrá que ver con las próximas fechas en las que los blanquivioleta realizaron trabajos diferentes y con protagonistas nuevos. Incluyendo partidos amistosos.
Poco a poco se irá cerrando la plantilla de la próxima campaña y, con ello, llegarán nuevos futbolistas y perfiles novedosos de juego que fomenten la competitividad en un equipo que sabe que está trabajando sin prisa, como el propio Miguel Ángel Gómez ha confirmado, pero que tampoco debe ni puede conocer la pausa.
El tiempo vuela y, pese a que las perspectivas de fechas para el inicio del campeonato puedan variar, el Real Valladolid debe tener todo controlado. En las oficinas, pero, también, en el césped.