Pese a las importantes bajas con las que el Real Valladolid viajaba al Estadio Ciudad de Valencia, las excusas estaban lejos del plan de trabajo y de partido del equipo de Sergio González. El mísero punto sumado en total ante el Valencia CF y el Elche CF elevaba la exigencia de una visita ante un rival como el Levante UD.
Con "déficit" de puntos pero con mucha exigencia, los blanquivioleta vivían el inicio de la segunda vuelta con uno de esos duelos en los que en temporadas pasadas este equipo era muy fiable, pero que ahora se escapan. Esas victorias seguras de los pucelanos no son tales este año, haciendo de estos duelos encuentros de elevada exigencia.
Así, y tras dar la vuelta al resultado pero mantener la ventaja sólo cinco minutos, el empate pucelano en el Ciudad de Valencia sabe a poco. Pese a todos los condicionantes previos al encuentro, el Real Valladolid tuvo el marcador de cara y no hacerse con la victoria en un duelo como éste minimiza un botín que en otras circunstancias sería positivo pero que es insuficiente a estas alturas y en estas circunstancias.
El encuentro se esperaba igualado, tanto como el de la primera vuelta y tanto como el de las temporadas anteriores. Los partidos entre valencianos y pucelanos siempre se han decidido por detalles y estos estarían en el aire en esta ocasión. El buen inicio del Pucela, con una ocasión clara de Rubén Alcaraz que podía haber sido determinante, se fue reduciendo.
El arranque era blanquivioleta, pero el avance del encuentro, no. Los de Paco López daban un paso al frente y potenciaban su estilo. Los de Sergio convivían con él, pero no siempre lo dominaban. Así ocurría en una fase importante de la primera parte, pero no en el final. Una dosis de liderazgo de Fabián Orellana hacía creer al Real Valladolid o, al menos, esa fue la sensación tras el pitido final.
La ocasión del '12' en el minuto 41 hacía que los blanquivioleta vivieran el final de la primera parte en campo rival. Esa sensación de superioridad pucelana aparecía en determinadas fases, pero en otras eran los locales los que la ejercían. Entre todo, la igualdad predominaba, aunque la segunda parte arrancaría con una imagen de mayor control en los de Sergio.
Esa sensación seguía flotando en el reinicio del encuentro. La igualdad continuaba siendo la nota predominante porque nadie conseguía generar una ocasión definitiva. Al poco de iniciarse la segunda parte, Alcaraz volvía a rozar el gol, pero no daba ventaja a un Pucela que, poco a poco, pero antes que en la primera parte, veía como el Levante cambiaba la tendencia gracias a un imperial Mickael Malsa.
Con espacios y ante un Pucela algo roto a nivel estructural, el Levante iba creciendo y encontrado los espacios. En una de esas acciones, Jorge de Frutos mostraba todo su potencial y el Levante UD se adelantaba. Sin ser merecido, la tendencia marcaba ello y pedía una respuesta del Pucela.
En un duelo plano, la exigencia crecía para el equipo y los de Sergio González respondían con creces y, sobre todo, desde la entrada de Pablo Hervías. El '11', lejos de la posición de lateral, mostraba una versión tan demandada como añorada. Con su entrada, el Pucela ganaba verticalidad, descaro y potencial. Era aire fresco del que el Real Valladolid se aprovechaba para dar la vuelta al partido.
Rubén Alcaraz y Óscar Plano hacían grande la reacción blanquivioleta. Era un vuelco de gran tamaño, pero insuficiente. Al equipo blanquivioleta le cuesta ser constante y, en esta ocasión, regular y fiable. Tras dar la vuelta a un partido como éste, el equipo no firmaba la victoria por falta de contundencia en el área propia.
Otra acción por el costado izquierdo de la defensa pucelana era aprovechado por Roger Martí para devolver unas tablas que ya serían definitivas y cerrar así un encuentro de muchas fases pero que, en 90 minutos, resultaba parejo e igualado entre el Pucela y el Levante, aunque son los locales los que lo cerraban con una sonrisa mucho mayor.
Otra vez que nos quedamos con sensacion de tristeza, por eso hay tantos que odian a Sergio, es el unico equipo que nunca, es capaz de dar una alegria, prefiero perder bien que se me quede cara de tonto.... Otra vez
Tenemos un gran deficit en los puestos de laterales, son verdaderas autopistas del equipo rival. Debemos que fichar con urgencia dos jugadores y reforzar un puesto de delantero centro. El equipo ha tenido aplomo y a veces descaro. La pena es la ausencia de Orellana que debia ser el jugador franquicia y pasa casi desapercibido cada partido y Toni Villa esta desperdiciando las oportunidades, Y comparto la opinion de Velasco, Hervias debe jugar de interior pero no hay lateral derecho. Y aunque guste o no guste Michel es el unico jugador que juega con criterio en el centro del campo, a lo mejor deberia jugar junto a Roque Mesa y hoy Sergio al menos ha sido valiente por una vez en el planteamiento.La pena la falta de contundencia atras.