Muchas novedades en la vuelta a los entrenamientos del Real Valladolid en la mañana de este martes. El conjunto de José Rojo, Pacheta ya se entrenó para empezar a preparar el encuentro del próximo sábado ante el CF Fuenlabrada.
Debido a las numerosas bajas, el míster burgalés dividió a los suyos en tres equipos de siete futbolistas para realizar diversos ejercicios. Aunque la buena noticia estuvo en el regreso con el grupo de Rubén Alcaraz, fueron muchas más las novedades en el plano negativo. Por una parte, Kiko Olivas trabajó al margen, mientras que Roque Mesa, lesionado ante el CD Mirandés, Fede San Emeterio y Álvaro Aguado no estuvieron en el césped del Campo 2 de los Anexos. A ellos se sumaron los lesionados de larga duración Pablo Hervías, Moctar Sidi El Hacen y Hugo Vallejo, y los internacionales Shon Weissman, Saidy Janko, Jawad El Yamiq y Gonzalo Plata, que ya se encuentran concentrados con sus respectivas selecciones.
Ante la falta de efectivos, Pacheta se vio obligado a contar con cuatro jugadores del Real Valladolid Promesas: el portero Samu Casado; el central Jesús Sánchez, Palomeque; y los extremos Dali de Almeida y Víctor Narro. Además, Álvaro Rubio tuvo que completar uno de los equipos formados por el técnico.
Durante la sesión hubo varios contratiempos, todos ellos con Cristo González como protagonista. Primero se llevó un golpe en la cara y después, otro en la pierna. Para colmo, sufrió una dura entrada en la parte final, de la que tuvo que ser atendido, y con la que se dio por finalizado el entrenamiento.