Una temporada de “exageradas adversidades”
Quiso Víctor Fernández en la rueda de prensa posterior al encuentro frente al Rayo Vallecano valorar la victoria como un triunfo especial. Lo hizo, por una parte, otorgándole mérito al rival, uno de los más potentes de la categoría. Por la otra, realzó el valor de lo realizado por su equipo, capaz de superar todos los problemas, en lo que denominó como “estamos luchando contra esas adversidades que son exageradas contra nosotros”.
Más que la descripción de una situación que viene arrastrándose en el tiempo, las palabras del técnico han tomado un nuevo valor en este martes tras la detención de Pichu Atienza por su implicación en la ‘Operación Oikos’. Toda una premonición sobre lo que estaba por llegar a la vuelta de la esquina.
Un puñado de bajas extraordinarias
Una campaña que comenzó a torcerse pronto. Todavía en el mes de junio, el Real Zaragoza se veía obligado a renunciar a uno de sus primeros fichajes, anunciado ya por Lalo Arantegui. Gabriel Etinof, extremo francés, veía como se frustraba su fichaje tras no lograr superar el reconocimiento médico con la entidad aragonesa.
Poco después, en plenas vacaciones, Alberto Guitián sufriría una apendicitis que le impediría realizar la pretemporada con sus compañeros, retrasando su entrada en el equipo. Además, Alberto Zapater, que se había perdido la parte final de la temporada anterior con la idea de regresar cuanto antes recuperado de sus problemas de rodilla veía como los plazos se seguían alargando hasta la operación que tuvo que realizarse en Inglaterra hace apenas unas semanas.
Por si fuera poco, se produjo también la baja de Raphael Dwamena. El delantero ghanés, llamado a ser uno de los hombres importantes de la plantilla, se mantiene de baja indefinida debido a problemas de salud relacionados con problemas cardíacos sufridos en etapas anteriores a su llegada a Zaragoza, por lo que el club tuvo que buscarle relevo ante la imposibilidad de volver a jugar a corto plazo.
Víctor también tiene dificultades en el día a día
A ello se le suman las lesiones y molestias constantes en jugadores importantes. En estos momentos, por ejemplo, se mantienen al margen Cristian Álvarez, con una rotura muscular, y el propio Atienza, con un esguince de rodilla. Dos de los jugadores que más minutos acumulan en la plantilla. Además, otros dos, Kagawa e Igbekeme, se perdieron el último partido por molestias. Y otro, Carlos Vigaray, suma ya su tercera lesión de la temporada.
Contratiempos que han ayudado a la irregularidad de un Real Zaragoza al que le cuesta tanto encontrar el mejor camino para sumar puntos como repetir alineación. Pero que, por otra parte, también está sabiendo salir adelante de alguna situación delicada que puede ayudar al grupo a fortalecerse de cara a conseguir el objetivo de luchar por el ascenso a LaLiga Santander. Y es que, volviendo a las palabras de Víctor Fernández en Vallecas, el objetivo en estos momentos es “sobrevivir hasta enero”.