Con el mes de agosto ofreciendo sus primeros pasos, el Málaga CF arranca una semana en la que deben pasar cosas a nivel deportivo, judicial e institucional. Será la última antes del regreso de los jugadores al trabajo de pretemporada y la primera con el mercado de fichajes abierto. Será, además, en la que venzan los cinco días que la jueza dio a los Al-Thani para cubrir la fianza de 5,4 millones de euros como paso previo al embargo de sus bienes, así como jornadas apremiantes para ver qué sucede con la fecha del play off de ascenso (lleva acarreado el inicio del curso que viene) y, sobre todo, con la liga de 24 equipos por la que aboga la RFEF y a la que se oponen la gran mayoría de los clubes de Segunda, entre ellos el blanquiazul.
De esta decisión también depende el Salario Liga estimado que tendrán los clubes para el curso que viene y sobre el cual deberán empezar a vertebrar sus equipos. En el Málaga (y también en otros conjuntos como Las Palmas –y muchos más–) se está muy atento porque la reestructuración salarial a la que se debe someter la plantilla es bastante severa. Esta semana los contactos entre el club y los jugadores han estado más enfocados en la búsqueda de liquidez para poder abonar las fichas de la temporada recién concluida, pero a partir de conocer las pautas de la patronal comenzarán las negociaciones para las reducciones, salidas pactadas o incluso el recurso de un ERE deportivo como plan de choque ante la complicada situación que se viene encima.
Las necesidades económicas marcan el guion, pero paralelamente hay que hacer un equipo lo más competitivo posible con los exiguos recursos que existen (tampoco hay ahora tesorería de taquillas, por ejemplo). En ese sentido, y a sabiendas de que las salidas marcarán el timing, la planificación de las llegadas se cuece a fuego lento. El club se posiciona para las cesiones de jugadores que interesan, sondea posibles perfiles, y acomete las negociaciones que entiende prioritarias, como la de Alberto Escassi, encarrilada siempre y cuando se confirme el descenso del Numancia. La respuesta de Luis Muñoz, por quien se ha echado el resto en la oferta de renovación, o la marcha del Keidi al Espanyol, también son operaciones de enjundia que pueden avanzar en esta semana. Igualmente expira el plazo para ejecutar una decisión sobre Iván Rodríguez.
Los contactos con LaLiga son fluidos y el Málaga se esmera por hacerle ver a la patronal su afán por cumplir con las normas y tomar decisiones para ello. En ese sentido, la crisis de la pandemia y el buen hacer del club blanquiazul a los ojos del organismo de Tebas pueden provocar una flexibilización en las normas para la inscripción de jugadores. A día de hoy, no obstante, faltan las certezas. El hermetismo desde ambas partes es manifiesto en este capítulo. Por otra parte, el Málaga, además de las ventas y de su reestructuración salarial, también busca nuevos ingresos por patrocinios, además de negociar la renovación con Tesesa, que durante dos cursos ha lucido en el frontal de la camiseta y que ha terminado su contrato.
Y, por si fuera poco, la atención también se centra en los juzgados. El jeque tiene los días contados para cubrir la fianza impuesta por la jueza, y en caso contrario les serán embargados sus bienes, esto es sus acciones en el Málaga. Dicha situación podría desbloquear muchas puertas en los planes del futuro sostenible que tiene en mente el administrador judicial José María Muñoz, que a mediados de mes cumplirá seis meses en el cargo y que, si nada cambia, será prorrogado por la jueza otro semestre más.
Que ganas de que llegue el momento del embargo, la posible ampliación de capital y la definitiva marcha del "infiel", que sin duda será el infierno, el que deseó para un club que nunca mereció estar en manos de semejante personaje.....