Weissman, guía para conseguir la permanencia

El Real Valladolid es capaz de sacar algo positivo de toda la temporada. Aunque, sea difícil creerlo. Si indaga en el baúl de los recuerdos, debería sacar un nombre a relucir: Shon Weissman. De hecho, si lo hace, sería lo lógico. Un tipo que le costó adaptarse. Un futbolista que tuvo que luchar contra viento y marea para conseguir más minutos. Un jugador que tenía que demostrar lo que valía. Y, un delantero, en definitiva, que sigue empeñado en desentenderse de las críticas.

El israelí lleva seis goles en LaLiga Santander en 28 partidos. Es verdad, que son menos de los 30 que anotó en la Bundesliga Austriaca con el Wolfsberg AC la pasada campaña. De esos 30, hay que sumarle los dos que marcó en la Europa League. Y, de esos 32, hay que añadirle las cinco veces que vio puerta en la Copa de Austria. En total, 37. Una auténtica barbaridad. El que tiene gol, lo tiene donde sea.

Desde su doblete en la victoria (3-2) ante el CA Osasuna, el técnico pucelano, Sergio González, se debió dar cuenta de que de los arietes que tenía disponible, uno de ellos tenía algo especial. Eso pasó en la jornada 13. En las 12 anteriores, Weissman fue titular en tan sólo dos. Precisamente, cuando el israelí no contaba con la confianza de su entrenador, el equipo no ganó en las primeras ocho. Algo surrealista viendo el rendimiento del '9'. Un ariete que, en una ocasión, no es que  meta un gol, sino que genera mínimo dos.

Los continuos desmarques

La primera página de esta guía israelita que el Pucela debería leer son las lecciones que le da su delantero de moda. Se trata de los movimientos en el campo que hace cada vez que el equipo tiene la posibilidad de mover el cuero de un lado hacia otro. De hecho, Weissman, no sólo juega, sino que interpreta como nadie lo que se debe hacer en cada momento. El '9' busca siempre el espacio en el que puede generar más peligro y en el que tiene más probabilidades de llegar a área rival. Lo que viene siendo un ariete puro y duro.

La ilusión de la afición blanquivioleta

La segunda es la repercusión que ha obtenido por sus méritos tanto en redes sociales como en el panorama nacional. Si sigue así, algún equipo puede tener ya apuntado su nombre para su proyecto del año que viene. Tras los goles ante el Athletic Club y ante el Real Betis, el simpatizante pucelano no sabía ya ni qué comentar, aunque alguno sí que lo hizo.

El hambre de un goleador

La tercera es el inconformismo que tiene en el campo. Es decir, el israelí, por lo que se ve en el terreno de juego, no se conforma con un sólo gol. De hecho, intenta ayudar al equipo para poder llevarse la victoria de forma más holgada. Desgraciadamente, en la actual campaña, eso nunca ha ocurrido, pero él lo procura hacer. En la última derrota blanquivioleta, sorprendió verle en el campo cinco minutos, aunque estuviera entre algodones. Por esa razón, volvió a dar un golpe encima de la mesa marcando dos goles en los tres siguientes.

Los puntos que ha dado al equipo

La última y cuarta página de este libro de reglas es la importancia de sus goles en LaLiga Santander. Sus seis tantos han concedido a los blanquivioleta, nada más ni nada menos, que 11 puntos. Ocho, si no se cuenta con los tres ante el Getafe CF en casa, pero como marcó el segundo gol y los getafenses recortaron distancias, su tanto vale oro. 19 tendría el Pucela en la clasificación sin su presencia. Es decir, a 11 de la salvación que la marcaría la Sociedad Deportiva Huesca, con 12 todavía por disputar. El Pucela, por todo ello, sería prácticamente nuevo equipo de LaLiga SmartBank.

Aunque sería precipitado decir que de sus botas va a pasar la permanencia por ser su primer año como blanquivioleta, Weissman está siendo la esperanza y el "principal caudal ofensivo" de un equipo que necesitará, tarde o temprano, más goles del '9' que, si sigue así, acabará como 'pichichi' pucelano y como jugador relevación de este Real Valladolid.