Dentro de la gravedad que está viviendo la sociedad en general y el mundo del fútbol en particular, hay cuatro jugadores lesionados del Málaga CF que van a vivir una leve tregua durante la crisis del coronavirus. Cuatro malaguistas que tenían visos de perderse algún que otro encuentro, como mínimo, y que podrán recortar plazos en sus recuperaciones con este parón que en principio durará las dos próximas jornadas en LaLiga SmartBank.
Boulahroud, Hicham, Cristo y Pacheco son los cuatro jugadores que ya no estuvieron a las órdenes de Pellicer el pasado miércoles por diferentes molestias. Sin embargo, los acontecimientos se han precipitado desde entonces. A comienzos de semana se optó por jugar el partido contra la SD Huesca a puerta cerrada. Posteriormente se decidió cancelar las dos próximas jornadas, como mínimo y a expensas de una nueva evaluación el próximo 25 de marzo. Y este viernes ya se han cancelado los entrenamientos malaguistas, al menos hasta el martes.
En esa vorágine del coronavirus, los lesionados ganan tiempo, siempre a la espera de que la competición se acabe reanudando, ya que si son sólo estas dos próximas jornadas se podrían retomar con relativa facilidad en Segunda.
De los cuatro tocados, dos eran susceptibles de ser titulares. O al menos estaban entrando en los planes de Pellicer en las últimas jornadas mientras estuvieron aptos. Así, Hicham -que ya se perdió el duelo con el Real Zaragoza- sufre una microrrotura fibrilar de grado I en el adductor izquierdo. Y Pacheco tuvo que parar por una talalgia en el pie izquierdo que venía arrastrando en las últimas jornadas. También se estaba pendiente del esguince de grado I de la rodilla derecha de Boulahroud y de la osteopatía de pubis de Cristo, que requiere sobre todo reposo.
El parón también supone un frenazo al equipo, que había comenzado a tomarle el pulso a Pellicer y a la competición
No está claro si estos jugadores seguirán recibiendo tratamiento específico por parte de los servicios médicos del club para evolucionar en sus lesiones ya que el cuerpo técnico ha decidido no realizar trabajo en grupo hasta el martes. Eso sí, cada jugador cuenta con trabajo específico para completar en casa.
Lo cierto es que la crisis del coronavirus ha frenado en seco también el buen hacer malaguista. El equipo ya le había tomado el pulso a la competición y pese a la derrota con el Zaragoza de la última jornada -un equipo que llama a las puertas del ascenso- la progresión era evidente. Además, la afición se estaba volviendo a reenganchar al Málaga y a La Rosaleda a tenor de las últimas entradas en el coso malaguista. Y Pellicer también estaba sacando rendimiento a su equipo, que ha acogido de buen grado la llegada del técnico castellonense. En cualquier caso, el coronavirus también evitará la fuga de internacionales, por lo que si se retoman los entrenamientos podrá contar con todos sus jugadores.
Además, si se lleva a cabo la suspensión definitiva del campeonato puede suponer otro problema económico para el Málaga, que dejaría de ingresar dinero por taquillas y otras cuestiones. Paralizar la actividad deportiva no es un buen síntoma para la entidad, que también vive contra el reloj con su economía. De hecho, el club ya ha anunciado que también cierra sus taquillas, tiendas y museos, por lo que queda bajo mínimos.